La Justicia allanó este lunes viveros en los partidos bonaerenses de Morón, La Matanza y Moreno en una causa que investiga la venta ilegal de “especies vegetales y hongos alucinógenos”, en particular un cactus de la especie “San Pedro”, que tiene en su composición el alcaloide mescalina.
Los viveros allanados están en la zona oeste del conurbano bonaerense y en varios de ellos en una investigación preliminar que derivó en el pedido de allanamiento se encontraron “especies vegetales en infracción a la ley 23.737, específicamente, cactus San Pedro” que presenta “en su composición el alcaloide mescalina”, explicaron las fuentes.
Los procedimientos fueron ordenados por el juez federal de Morón Jorge Rodríguez, a pedido del fiscal federal de ese distrito, Sebastián Basso, en una investigación por supuesta infracción a la Ley de Drogas 23.737.
La investigación en la fiscalía de Morón se inició por un correo electrónico enviado desde el Departamento Unidad Federal de Investigación de Delitos Ambientales, en el que se manifestó que en un relevamiento en Internet se observaron locales comerciales de Morón, La Matanza y Moreno que venderían estas especies de plantas “cuyos principios activos se encuentran regulados por la ley de estupefacientes N° 23.737 y producirían similares efectos a los que producen las drogas controladas como la cocaína, éxtasis y anfetaminas”, según explicaron los investigadores.
Según los investigadores, en algunos de los viveros el cactus se vendía sin identificación y el precio oscilaba entre 2.500 y 30.000 pesos según el tamaño.
El cactus “San Pedro” contiene mescalina, un “alcaloide psicoactivo que se encuentra incluido en la lista de sustancias estupefacientes prohibidas por ley (anexo I del Decreto 560/19)”, por lo cual el fiscal Basso, en su pedido de allanamientos, consideró “que existen elementos suficientes para tener por acreditada la configuración” de un delito.
La fiscalía consideró “relevante destacar que para sentir los efectos alucinógenos del cactus San Pedro basta con realizar un procedimiento sencillo que consiste en extraer una porción de la piel de la especie vegetal y dejarla secar; una vez deshidratada, la piel se tritura y se forma un polvo que se diluye en agua y se bebe”.
“También puede consumirse la mescalina presente en este espécimen mediante el hervido en agua de la piel y/o trozos del cactus, lo que permite obtener una preparación líquida que luego se filtra y bebe”, agregó .