Un clima de tensión se vivió en el Instituto Superior Santa María de Posadas, luego de que Tomás M., el estudiante que conducía el vehículo involucrado en un fatal accidente ocurrido el pasado 11 de abril, intentara regresar a clases ayer lunes.
El incidente, que resultó en la muerte de Juan Cruz Martínez y Luca Ceballos, ambos alumnos de quinto año “A”, dejó una profunda herida en la comunidad educativa. Por ello, este martes, los compañeros de los fallecidos decidieron no asistir a clases en señal de repudio a la presencia de Tomás en el establecimiento.
Según fuentes del colegio, cuando el joven se presentó ayer en la institución, las autoridades lo separaron inmediatamente antes de que ingresara al aula. Sin embargo, Tomás manifestó su intención de permanecer en el establecimiento, argumentando que contaba con los permisos correspondientes. La situación generó un ida y vuelta entre alumno y directivos, y finalmente no logró ingresar al salón. Jorge Martínez, padre de una de las víctimas fatales, expresó: “Me parece algo lógico, esto se llama condena social. El hecho ocurrió hace muy poco y la herida está abierta en los compañeros”.
El trágico accidente tuvo lugar en la avenida Costanera de Posadas, cuando el Peugeot 207 en el que viajaban cinco estudiantes del colegio despistó por causas que aún se encuentran bajo investigación. Tras una semana de internación en terapia intensiva, tanto Ceballos como Martínez fallecieron por muerte encefálica debido a los graves politraumatismos sufridos.
Fuentes judiciales confirmaron que el Ministerio Público Fiscal solicitó la elevación a juicio del expediente contra Tomás M., un joven de 17 años, por su responsabilidad en el trágico accidente de tránsito.
La investigación realizada incluyó pericias accidentológicas que confirmaron la velocidad del vehículo entre 93.52 y 105.78 km/h en el momento del impacto. Las declaraciones de testigos y las pruebas recopiladas por la policía también jugaron un papel crucial en establecer la responsabilidad del conductor en el hecho.
El Ministerio Público Fiscal señaló la imprudencia y negligencia del adolescente al conducir a una velocidad prohibida, creando un riesgo significativo que culminó en esta tragedia. La fiscalía solicitó la elevación de la causa a juicio correccional, como autor penalmente responsable de los delitos de “doble homicidio culposo y lesiones culposas graves (dos hechos) en accidente de tránsito en concurso ideal”, de acuerdo a lo establecido en el artículo 84 bis -segundo párrafo- (dos hechos) y 94 bis -segundo párrafo- (dos hechos) en función del artículo 54 del Código Penal.