La crisis económica golpea con fuerza al comercio en Misiones, en un contexto nacional marcado por la caída del consumo, el deterioro salarial y el cierre creciente de empresas. Desde el sector mercantil advierten que los despidos, retiros voluntarios, cierres inesperados y pagos de salarios en cuotas se volvieron parte del panorama cotidiano en toda la provincia.
La situación afecta a todos los rubros, incluso a aquellos que históricamente lograban sostenerse en períodos de recesión. La retracción en las ventas se profundiza semana tras semana y deja en evidencia que no hay sectores blindados ante la pérdida del poder adquisitivo y el desplome del consumo interno.
Un caso testigo: El Hiper Libertad reduce personal y se reconvierte
El proceso de reestructuración del Hipermercado Libertad en Posadas se convirtió en uno de los casos más representativos del momento crítico que atraviesa el comercio. La empresa, que durante 2023 había apostado a expandirse con nuevas sucursales, inició un plan de achicamiento tras varios meses de ventas en baja. La caída en la facturación obligó a cerrar un local recientemente inaugurado y a avanzar en un recorte progresivo de personal.
A comienzos del año, la firma contaba con alrededor de 200 trabajadores; hoy mantiene unos 160 y prevé reducir ese número a entre 60 y 70 empleados, con la idea de reconvertirse en un supermercado de menor escala. El ajuste no se limita a Misiones: en otras provincias también se registraron desvinculaciones y reducción de personal como parte de una estrategia nacional para evitar el cierre total de operaciones.
Dentro del mismo predio, otros emprendimientos vinculados —como el cine y los locales gastronómicos— también registran una marcada baja en la actividad, lo que agrava la incertidumbre del sector.
Salarios que no acompañan y un consumo que se desploma
La pérdida del poder adquisitivo aparece como uno de los principales motores de la crisis. Las actualizaciones salariales en el sector comercial quedaron muy por debajo de la inflación, lo que aceleró la caída del consumo interno. A esto se suma un fenómeno que agrava la situación en Misiones: la frontera dejó de funcionar como un amortiguador económico. La llegada de compradores desde Paraguay y Brasil, habitual en años anteriores, se redujo drásticamente, y los precios regionales dejaron de ofrecer ventajas a uno y otro lado de las fronteras.
Pymes en emergencia: sueldos en cuotas y cierres sin aviso
Las dificultades no son exclusivas de las grandes cadenas. Las pequeñas y medianas empresas, que constituyen la mayor parte del comercio provincial, atraviesan un escenario crítico. Se registran casos de fábricas y comercios que pagan salarios en cuotas o directamente acumulan meses de atraso. Algunos locales de venta de electrodomésticos cerraron sin previo aviso, retirando mercadería de un día para otro y dejando a sus empleados sin posibilidad de reacción o defensa laboral.
Un sindicato al límite de sus herramientas
Ante este panorama, el gremio mercantil intenta intervenir en cada conflicto, aunque reconoce que las posibilidades de evitar despidos o cierres son cada vez más acotadas. El diálogo con las empresas se mantiene como estrategia principal para garantizar, al menos, que los trabajadores cobren sus liquidaciones. Los procedimientos preventivos de crisis y los retiros voluntarios se volvieron prácticas extendidas, aunque en muchos casos ya no representan una salida sostenible para las compañías.
Mirando hacia enero: incertidumbre total
La comparación con otras crisis económicas vuelve de manera recurrente en el sector, pero la evaluación general es que la actualidad resulta aún más severa. Empresas de distintos rubros aseguran que no tienen previsibilidad sobre lo que ocurrirá en enero, mes que podría traer nuevas decisiones drásticas si la caída del consumo continúa.
La situación en Misiones evidencia un escenario generalizado en el país: un comercio debilitado por la contracción económica, con trabajadores cada vez más vulnerables y empresas que sobreviven ajustando al límite. El horizonte inmediato, lejos de mostrar señales de alivio, se presenta incierto y cargado de preocupación.
































