Rita Sofía Gallardo tenía 11 meses cuando llegó sin vida al Hospital Samic de Oberá. Su madre Camila Inés G. de 15 años fue detenida luego que la médica pediatra observó en su cadáver una fractura de cráneo, golpes, quemaduras compatibles con brasas de cigarrillo y una herida cortante en la espalda.
Ahora Camila fue liberada, al igual que Javier D. L. de 14 años, hermano de su novio Isaías B. de 19. Todos habían sido detenidos por la Jueza de Instrucción Nº 1, Alba Kunzmann de Gauchat, cuando la guardia de pediatría del hospital hizo la denuncia.
La liberación de Camila y Javier fue dispuesta por el Juzgado Correccional y de Menores. El hecho conmocionó a la provincia por la crueldad con la que fue torturada Sofía. La nena murió por un politraumatismo grave de cráneo, que le produjo un paro cardiorrespiratorio.
La situación de la madre de Sofía, quien ya había sido víctima de un abuso en Guaraní a pocos kilómetros de Oberá, se fue aclarando con los días. Isaías B. odiaba a la beba Sofía, según la abuela María madre de Camila. La víctima le tenía terror.
Ramón Gallardo de 57 años y María Lloret de 32 pidieron que su hija fuera liberada porque no es responsable de la muerte de Rita. Había vivido momentos horribles antes de que la mataran. El 31 de enero, según el libro de guardia del Samic obereño, la nena fue llevada con fracturas. Dijeron que había sido en un accidente de tránsito.
El viernes 16 Camila cobró en el Correo la AUH que le correspondía por su beba. Isaías B. contaron sus padres le arrancó la plata para comprar bebidas y drogas. Junto a su hermano menor la habrían atado y violado entre los dos. La beba lloraba desesperada y entonces la habrían matado.
Los papás Ramón y María contaron otro episodio terrible en la vida de Camila. Según relataron al diario El Territorio, el grupo familiar de Sofía, su madre y sus abuelos vivían en Guaraní, a unos kilómetros de Oberá. A ese hogar, armado con una escopeta, ingresó el 16 de febrero pasado Isaías B. junto a su padrastro Aníbal P. (51) que blandía un machete.
Isaías acusó de infidelidad a la muchacha y la amenazó de muerte ante su familia. Al día siguiente radicaron una denuncia ante la policía. Intervino el Juzgado de Paz de Guaraní y la policía allanó la casa de los agresores, en Villa Sommer, donde secuestraron una escopeta calibre 32, una caja de cartuchos del mismo calibre, un machete y una motocicleta de 150 centímetros cúbicos.
Luego hubo una inmovilidad total por parte de las autoridades. Y unos 10 días antes del crimen Isaías B. trajo a la menor de 15 años y a su hija a vivir a la casa de Villa Lindstrom, en Oberá, donde ocurrió la tragedia. El cuerpito de Rita Sofía fue entregado a su abuela materna para su velatorio e inhumación. La jueza dejó salir a la madre para que se despidiera de ella.