Crucero del Norte perdió 2-1 ante San Martín de Formosa y desperdició la oportunidad de avanzar a la segunda etapa de la Reválida. Ahora los dirigidos por Sandro Bárbaro tienen que esperar una serie de resultados en el triple desempate por el descenso.
Los abrazos, las sonrisas y la felicidad por un lado. La soledad, la decepción y la tristeza por el otro. La postal que entregó el final del partido en Formosa era inimaginable hace un par de meses atrás, cuando el local parecía condenado al descenso y el visitante era número puesto en la segunda etapa del certamen.
Pero en el deporte no siempre acompañan los pronósticos y esta vez se burló de las especulaciones. En la última fecha de la Reválida, los formoseños se quedaron con la victoria y siguen soñando con salvar la categoría. Los de Misiones desaprovecharon la oportunidad para clasificar a la siguiente ronda de manera directa y ahora dependen de un milagro para seguir luchando por uno de los ascensos a la B Nacional.
Con el 2-1 final y tras la victoria de Juventud Antoniana ante Gimnasia y Tiro (2 a 0), quedó todo definido. Si bien Crucero recibió un duro revés en su ilusión por clasificar (terminó tercero en su zona con 10 unidades) aún, y pese a su irregular campaña, tiene posibilidades de jugar los play off.
Sin embargo, tiene que esperar que se den una serie de resultados. Que en el triangular final por definir los últimos dos descensos que protagonizarán Gimnasia, Juventud y San Martín, sean estos dos últimos los que pierdan la categoría.
Si el Santo o San Martín evitan el Regional Amateur, el Colectivero deberá ya pensar en el torneo que viene. Si Gimnasia, el peor del grupo en el 2019, es el que salva, Misiones tendrá un representante en la segunda etapa de la Reválida.