El problema de la escasez de combustibles ha llegado a un punto crítico en gran parte del territorio nacional. Ante esta situación, los dueños de las expendedoras misioneras pondrán en marcha medidas drásticas, entre ellas, el regreso de los cupos de venta.
Actualmente, los automovilistas deben recorrer varias estaciones hasta conseguir combustible, sobre todo en el interior de la provincia. Por tal motivo, los empresarios limitarán la venta: algunos optarían por vender hasta mil pesos, o hasta 30 litros por vehículo.
"Para evitar un desmadre, que todos hagan cola y cuando se termina (el combustible) todos se enojan en la espera, algunos van a racionalizar con topes pero dependerá de la estación y del combustible que tenga cada una. Porque mi negocio no es especular. Entonces, para no tener que cerrar y poder atender a más clientes, se puede poner un cupo como las petroleras nos ponen a nosotros", expresó Faruk Jalaf, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (CESANE), en diálogo con Primera Edición.
De todas maneras, se aclaró que la decisión no proviene directamente desde la CESANE, sino que es por iniciativa propia de los vendedores. "Se atiende hasta que se acaba porque es algo que no se puede prever", agregó Jalaf.
Por último, el empresario confió que con la suba de precios en agosto, el suministro de combustible "se va a empezar a normalizar". Para ese mes se espera un nuevo incremento que rondaría el 5%.