Luego de dos violaciones sufridas por chicas de 15 años a comienzos de este año, Candelaria pide justicia ante la lentitud judicial y la fuga de dos de los agresores que no fueron detenidos por la policía. Este viernes se realizó la tercera marcha de repudio ante los abusos sexuales.
El primero de los casos ocurrió en la madrugada de Año Nuevo cuando una menor fue encerrada en los baños del balneario Sarandí y violada en manada por al menos 4 individuos.
La Justicia imputó a 6 de la banda de violadores, aunque hasta ahora solo fueron capturados cinco y otro continúa profugo.
Lo mismo ocurre con otro individuo de 64 años que violó a una menor de 15 años, hermana de una chica mayor que trabajaba en su casa como empleada.
Los manifestantes volvieron a solicitar una comisaría de la mujer, la presencia de más efectivos policiales y recorridas en los distintos barrios. También se quejaron porque la Municipalidad de Candelaria no ilumina como es debido sectores donde transitan vecinos, en especial jóvenes que van y vuelven del trabajo y de la escuela en épocas de clases.
En esta tercera marcha las mujeres que hablaron sobre el poblema coincidieron en formar un grupo de apoyo para reunir en un solo texto las agresiones registradas y las propuestas de solución.
Se reunirán todos los viernes a partir de las 18 en la plaza de Candelaria y luego trasladarán estas reuniones a distintos barrios de la antigua capital misionera.
"Candelaria está sufriendo por lo que le pasa a nuestras chicas. Salen muy temprano y vuelven muy tarde y nos da miedo no poder dejar que nuestras nenas puedan jugar en la calle", dijo Lorena Miranda, una de las organizadoras de la movilización.
Reclamaron a la Policía una búsqueda eficaz de Carlos de Jesús D. (64), quien lleva varios días prófugo sospechado de violar desde noviembre pasado a una de las menores denunciantes.