Son más de 2.000, tienen entre 7 y 14 años y están enamorados del fútbol, casi desde la cuna. Por eso llegaron esta semana a Misiones a jugar la 8ª Copa Ciudad de Posadas.
Pibes porteños, gurises de Misiones y la región desde Entre Ríos a Iguazú, garotos brasileños y changos de Jujuy y del resto del NOA, disputan la copa en la capital misionera. También se colaron algunos mitaí paraguayos y botijas uruguayos, amigos entrañables.
La ciudad está revolucionada con su llegada para jugar la copa posadeña. Es un certamen organizado por los clubes Jorge Gibson Brown y Tacurú.
Los partidos continuarán este viernes y finalizarán mañana. Todos tendrán tiempo de regresar a sus provincias porque se terminan las vacaciones de invierno. Incluso para los de Misiones.
Y encima River se sumó a la movida, en la que participa por segunda vez. La primera fue en 2017.
El club de Nuñez viene además con la intención de buscar talentos. River vino con su equipo de la Categoría 2010, integrado por jugadores de varias provincias.
Además, las divisiones riverplatenses ven con ojos de codicia a los más talentosos de una amplia región nacional e internacional.
El captador del Fútbol Infantil de River Plate, Pablo Esquivel, no para de anotar nombres. "Vinimos con la Categoría 2010 integrada por jugadores de distintas provincias. Vemos el crecimiento de cada chico y los preparamos para el año que viene, en que tendrán una prueba general en Buenos Aires", señaló Esquivel según el diario El Territorio.
Mañana sábado se definirán las copas de oro, plata y bronce en las diferentes categorías. Juegan unos 150 equipos y más de 2.000 chicos en la convocatoria más numerosa desde 2012.
Las delegaciones se alojan en las instalaciones del Tacurú en Villa Lanús, en la zona sureste de Posadas, y en las de Brown, ubicadas en el Barrio Villa Urquiza. También se usan instalaciones de la Escuela de Policía, escuelas y familias que brindan sus casas.