Pablo Lotario Puzin (54), el hombre sospechado de asesinar y enterrar a su concubina en una chacra de Colonia Oasis, Estela Arapayú, ayer se presentó ante el juez de Instrucción de Jardín América, Roberto Sena, y en principio habría aceptado que cometió el femicidio a martillazos mientras la mujer dormía. Aseguró que lo motivaron sus celos y que además había suspendido su medicación. Testigos ratificaron que efectivamente sufre de una bipolaridad y entonces el magistrado pediría una junta médica para el caso. De momento está imputado por homicidio agravado por el vínculo y alevosía.
De acuerdo al relato y por fuentes del caso, el hombre habría terminado con la vida de su esposa en la madrugada del 6 de mayo mientras dormía. Las sospechas que lo engañaba y que la mujer estaba dispuesto a abandonarlo, lo habrían llevado a tomar semejante y cruel decisión de matarla a martillazos.
Bajo el trabajo del defensor oficial, Pedro Piriz, como su representante y tras escuchar los elementos que hay en su contra, el imputado le dijo al juez que no se acuerda muy bien el día que la mató pero sí puede ser que no haya tomado su medicación.
Así, con los elementos recolectados al momento y su testimonio, fue imputado formalmente por homicidio calificado por el vínculo y alevosía, debido a que la víctima no tuvo ninguna posibilidad de defenderse. Es decir, actuó sobre seguro. Por el mismo podría recibir hasta 35 años de prisión.
Según detallaron las fuentes expuestas, el hombre señaló que no recuerda el momento en que cometió el crimen, que tiene lagunas, pero describió la cruenta escena de su habitación, donde las pruebas de luminol ya habían detectado sangre en la cama matrimonial. Expuso que estaba celoso y relató una supuesta infidelidad de su mujer.
En este punto, según los testimonios recolectados por este medio una vez conocido el caso, Arapayú le había manifestado a sus cercanos la decisión de separarse antes de ser asesinada e incluso había buscado un lugar donde vivir. Pensaba en hacer una denuncia formal ante la Policía y la Justicia para luego quedarse con la tenencia de sus hijos.
Puzin fue detenido el último martes a la noche en el domicilio que compartía con la víctima en Colonia Oasis, en el marco de un allanamiento en el que se realizaron las pruebas de luminol. Allí los investigadores hallaron restos de sangre que terminaron de orientar la pesquisa -que por entonces era desaparición de persona- hacia él.
La desaparición de Arapayú fue denunciada el martes 7 -aproximadamente doce horas después del crimen- por Patricia (29), la mayor de los cinco hijos que la mujer tuvo producto de una relación anterior.