Según Rodolfo Gilli “En Tucumán no debe existir consejo de la magistratura”

El titular del Colegio de Abogados dice que los jueces deben ser propuestos por el Poder Ejecutivo, con acuerdo de Legislatura.

Según Rodolfo Gilli “En Tucumán no debe existir consejo de la magistratura”
La opinión del doctor Rodolfo Gilli, presidente del Colegio de Abogados de la provincia

En una extensa conversación con el periodista tucumano Germán Valdez, el presidente del Colegio de Abogados de Tucumán, doctor Rodolfo Gilli, se expresó contundentemente respecto a su posición sobre una posible reforma constitucional. En la entrevista, el letrado dio su opinión en referencia al rol del Consejo de la Magistratura, el sistema de elecciones de jueces, la reelección y los acoples.

-¿Usted partidario de la reforma constitucional?

-”Lo vengo diciendo: yo estoy a favor de la Reforma. He destacado muñeca del gobernador de haber rápido leído los resultados de las urnas de las elecciones a presidente, donde la sociedad ha interpelado al poder a la política en general, a los efectos de que corrija ciertas cosas que están mal, obviamente. Porque el resultado de la elección es justamente un castigo a ese sistema político, eligiendo un outsider de la política, que no venía dentro de la política y por algo es. Entonces hay que corregir, hay que volver a reestructurar y hay que dar una respuesta a la sociedad. Yo vengo sosteniendo hace mucho tiempo que la política está en deuda con la sociedad. Tenemos 40 años de democracia en donde todos los índices lo hemos tirado para abajo . Hemos destrozado las instituciones, hemos destrozado los niveles de pobreza, hemos destrozado el nivel educacional, etcétera, etcétera. Obviamente yo creo que nadie lo hace de gusto, la sociedad Argentina una sociedad nueva y por lo tanto necesita reconstruirse para entender que el único camino y la única salida es reforzar las instituciones. Ser claro, no ser pícaro en el momento del manejo de establecer las pautas institucionales, y dar una respuesta concreta, de eso se trata”.

-Cuando hablamos de reforma, ahora, se está hablando del tema del poder judicial: revisar el poder judicial o ponerle un término al poder judicial o revisarlo un determinado periodo...

-”Lo escuché, lo escuché y estoy en eso no estoy a favor. Estoy absolutamente en contra, porque es inconstitucional, desde el vamos”.

-¿Que es inconstitucional para usted?

-”Es inconstitucional revisar a un juez en su ejercicio. Distinto es establecer un código del magistrado, donde la cámara legislativa, a través de aprobar ese código de magistrado que ya existe en muchos otros lugares, pueda controlar, a través de una comisión multipartita, la actuación de un magistrado. Es decir, no llegar solo a la sanción máxima, que es un juicio político, sino permitir controlar a un magistrado; cuántas sentencias tiene revocadas, permitir ver la actuación del magistrado en si, acceder a la estadística que tiene la corte, que nosotros no accedemos, etcétera, etcétera, etcétera . Entonces, de esa forma se controla. No es bueno tampoco desprenderse de un magistrado a través de lo que hoy es el mecanismo sancionatorio de la Constitución, que un juicio político. Porque muchas veces se extreman los recaudos de un juicio político, sacando un magistrado del medio cuando, ese magistrado ha sido totalmente exitoso en otro aspecto y que podría haber sido sancionado con pequeñas sanciones, a los efectos de que corrija su proceder. Porque se pierde un recurso humano muy valioso y no se lo consigue tan fácilmente”.

-Usted sabe que hay base para hacer juicio político . Hay que tener ciertos requisitos: la conducta, no conocer de derecho, hay cosas que son propias...

-”No deja de ser político el juicio. Es decir, al ser político es una decisión del órgano político. Y muchas veces la decisión del órgano político no conlleva la verdad real con relación a la actividad de un magistrado. Lo digo porque nosotros el colegio muchas veces lo solicitamos al pedido de juicio político, y muchas veces cuando vos lo pedís, te queda siempre el cargo de conciencia. Decir ¿he valorado correctamente? ¿Cuánto he dejado de valorar de la acción positiva del magistrado a lo largo de su ejercicio de la magistratura, por un error? Y yo termino pidiéndole el juicio político... ¿Es viable perder un recurso humano en el cual la provincia, la ciudadanía, invierte tanto?”

- Hoy no se sabe que hace un juez. No sabe cuántos fallos tiene, no sabe si tiene diez o cien, no sabe si le han revocado uno o diez.

-”Correcto. Por eso yo vengo insistiendo, y he presentado a la legislatura un pedido, para que sancione el código de ética del magistrado. El Código de ética del magistrado es muy importante, establece una conducta en la cual el magistrado se debe mover. Establece una comisión multipartita, en la cual figura el Colegio de Abogados, la Universidad, la Legislatura, el Poder Ejecutivo. Y puede esa Comisión trabajar articulando y controlando el ejercicio de la magistratura. No llegando a este proyecto que escuché, no sé si a ese se refería usted, que cada 5 años se debía reevaluar al magistrado. Eso no, en eso estoy en contra. El magistrado entra la justicia y es inamovible. De esa forma garantizamos su independencia, garantizamos que pueda dar fallos justos, pero no significa que no tenga que estar controlado”.

-Pero ¿por qué el Poder Judicial tiene que ser un privilegiado? Al político, al diputado y al legislador, usted lo elige. Al gobernador al vicegobernador y a los ministros los elige el pueblo. ¿Por qué ellos no? Por ejemplo, en Méjico y Estados Unidos se eligen por voto popular a jueces y fiscales.

-”Yo estoy más a favor del sistema constitucional que planteaba (J. B.) Alberdi en la Constitución de 1853. Sin el consejo de la magistratura. Yo estoy a favor de: propuesta del Ejecutivo-acuerdo del Legislativo-Juez”.

-Lo define la política.

-”Para mí lo tiene que definir la política, es menos dañino el sistema. Un político dura 4 años en el poder, con suerte ocho. El juez a los cuatro a los ocho (años) es totalmente independiente. En los otros sistemas, el juez, ¿es independiente? Bueno, es una pregunta que la sociedad se tiene que hacer”.

-Entonces usted no es partidario que exista en la provincia de Tucumán un consejo de la magistratura

-”Ni en la provincia de Tucumán, ni en el país. No han demostrado ser los consejos la magistratura lo suficientemente buenos para reemplazar a lo que es la voluntad genuina del pueblo, expresada en diputados, senadores o en legisladores. Esa es la voluntad del pueblo. Ese es el sistema democrático. Además, a los consejos de la magistratura los integran espacios nuestros, de la abogacía. ¿A usted le parece que yo, como abogado, puedo decidir la suerte de un juez, cuando yo juego el mismo juego?”

-Y puede ser candidato también.

-”Pero, ¿Cómo va a actuar el juez ante mí, que yo formo parte del Consejo de la magistratura, si yo soy un controlador de su función? No en el caso del Tucumán, porque no tiene el JURY (Jurado de Enjuiciamiento, es un órgano especial, colectivo y plurisectorial de responsabilidad política, orientado a administrar la justicia), lo tiene la Legislatura. Pero a nivel nacional lo tiene el JURY el consejo de la magistratura. ¿Cómo se mueve un juez ante un consejo de la magistratura que el propio consejo de la magistratura lo juzga? Y, si un espacio de la abogacía juega ese rol ¿a usted le parece justo? Estoy hablando de mí, de los abogados. La única la única expresión genuina es la de la política. Yo soy un defensor acérrimo de este sistema. ¿Por qué? Porque es la expresión de la voluntad popular, y la voluntad del pueblo se exterioriza en sus representantes. Son los únicos que tienen que decidir”.

-Tomemos el sistema norteamericano, donde se origina la Constitución de Alberdi. Alberdi plantea esta situación, y ¿por qué viene el cambio en la época de Alfonsín?

-”En ese tiempo se han cometido varios errores. A partir del pacto de Olivos comienzan algunos yerros. Comienzan los problemas de la reelección. Una de las cuestiones de la re-reelección, pero también era cierto que el radicalismo había perdido cierta preponderancia política y necesitaba tomar esa ciudad Autónoma de Buenos Aires como un reducto para asentarse. No estaba mal pensado, pero esto nos empezó a traer algún desacierto a nivel institucional, por ejemplo, instalar la reelección. La reelección en sí es complicada, porque uno ya tiene que empezar a pensar poner un límite a la reelección. Porque la reelección indefinida no puede ser”.

-Entonces ¿no a la reelección?

-”Vamos definir. A la reelección hay que ponerle un límite, es decir, yo creo que un un periodo más y punto.

-¿Acoples en Tucumán?

-”No soy muy partidario los acoples. Hablando con Gabriel Casas en una reunión que tuvimos en el Consejo Económico Social de la municipalidad, y él me decía y y yo tomé esa opinión, que es que no hubo mejor elección que aquella que se definían en los partidos políticos. Hay que volver a la interna partidaria, que la interna partidaria se resuelva cuál es el representante de ese partido. Aquel que pierde esa interna, ya no puede salir por fuera. Con la propuesta y el proyecto político y el contrato social que le ofrece ese partido a la sociedad, ese partido se obliga a cumplir ese contrato social y terminamos con los acoples. Porque si no esto es imposible. Imagínese usted est este escenario: con el sistema de acople que hay actual, ¿Cómo hace un gobernador para llevar a cabo un proyecto político, si tiene que ir a negociar con 20 o 30 “caciques”? Es imposible. Entonces, si el gobernador surge de un partido político determinado, ya tiene un proyecto y un contrato social celebrado con la sociedad, y ese contrato social está obligado a cumplirlo. Y, eventualmente tendrá que negociar con la oposición, que adhiera a ese contrato social, modificaciones, maquillaje, recontrato social y seguir. Ahora imposible”.

-Va a las reelecciones del colegio abogados?

-”Voy a la reelección”.

-¿Tiene apoyo?

-”Tengo apoyo”.