Con traje de candidato presidencial, Horacio Rodríguez Larreta repite el lema que lo acompañará durante toda la campaña: “Superar la grieta”. El jefe de Gobierno porteño reivindica el diálogo, pero advierte: “No veo ninguna posibilidad de ponerme de acuerdo con el kirchnerismo más duro”.
“No miremos para atrás, no miremos quién tiene la culpa. Superar la grieta es mirar para adelante. Este gobierno no ha convocado al diálogo”, advierte Larreta en una entrevista exclusiva con Vía País desde un café del barrio de Palermo.
Además, sostiene que “no hay tres medidas mágicas que vayan a cambiar la Argentina” y considera que no alcanza con un programa antiinflacionario: “Necesitamos un plan de desarrollo”.
Imaginemos que llega a la Presidencia. En sus primeros cien días de gobierno, ¿cuáles serían sus primeras tres medidas?
No son cien días: son cien horas. Hay que lanzar un plan ya. Y no son tres medidas: son 300. No hay tres medidas mágicas que vayan a cambiar la Argentina. Tenemos que hacer un plan a fondo en cada uno de los temas, sin slogans y sin títulos. Tenemos que tener una propuesta para el día cero, para la cual estamos trabajando desde hoy. No busquemos tres soluciones mágicas que cambien todo, porque eso no va a pasar. Podemos hablar de muchos temas: para el desarrollo económico hay que ver cómo exportamos más, hay que ver un nuevo sistema de coparticipación para que sea federal… en cada tema del que hablemos hay que profundizar, hay que estudiar qué se hizo en Argentina y en otros países del mundo. No hay tres medidas y no son cien días.
Pero hay temas que son urgentes y uno de ellos es la inflación, ¿cómo haría para combatirla?
Es un error buscar un plan para combatir la inflación. Necesitamos un plan de desarrollo para la Argentina, un plan que nos muestre cómo vamos a crecer, qué sectores vamos a desarrollar, qué vamos a potenciar en cada provincia y cómo hacemos para que eso genere trabajo. Y dentro de ese plan de desarrollo tiene que haber un capítulo (importante, pero no el único) que es un plan antiinflacionario. Si solo encaramos un plan antiinflacionario y no hacemos el resto, al año o año y medio vamos a tener inflación de nuevo. Y nuestro objetivo es bajar la inflación para siempre.
En su video de lanzamiento habla de terminar con la grieta. Sin embargo, los armados políticos por fuera de la grieta últimamente han fracasado, ¿por qué cree que esta vez sí funcionaría?
Lo que fracasó no fue la “anti-grieta”, fue la Argentina. Tenemos 100% de inflación, 40% de pobreza, una inseguridad galopante… las divisiones, las pelas y las antinomias llevaron al fracaso a nuestro país. No es un tema de crear un espacio político “anti-grieta”. Y la grieta no es solo en política: hay grieta en el periodismo, en la Justicia, entre los empresarios. Tenemos que terminar con esto de que el que piensa diferente es un enemigo. La grieta tampoco es un tema ideológico. Uno puede defender su ideología con toda firmeza. Yo creo en el debate y en la diferencia de ideas, pero pensar diferente no es grieta. Grieta es querer matar al otro por pensar diferente. ¿Cuántas familias hay hoy que no pueden hablar de política porque se pelean entre ellos? Por eso, no es un espacio político “anti-grieta”, es terminar con las peleas en Argentina.
En el mismo video habló de los “estafadores de la grieta”, ¿qué significa eso?
“Estafador” significa, para mi, el que sabiendo que la grieta, las peleas y agresiones nos han traído hasta este fracaso, sigue insistiendo con ese camino sabiendo que es malo para la Argentina, porque por ahí le conviene para sacar un voto más.
¿Entre esos “estafadores” hay dirigentes de su propio espacio político?
Yo no lo personalizo. No hay que personalizar. Yo miro para adelante, porque si empezamos a buscar quiénes fueron los culpables, seguimos embarrados en lo mismo. A partir de estas elecciones viene una renovación de la dirigencia política. Va a haber un cambio grande en nuestro país, en las provincias y municipios. Y con aquellos que sean electos por la gente, sea cual sea el partido, hay que buscar dialogar. No miremos para atrás, no miremos quién tiene la culpa. Superar la grieta es mirar para adelante. Este gobierno no ha convocado al diálogo. Durante la pandemia yo coordiné, otros gobernadores también, pero después de eso no hubo nada. Hay que terminar con esa actitud.
Mientras usted habla del diálogo, Patricia Bullrich (su rival en la interna) se diferenció y puso sus límites, ¿usted también tiene límites?
Donde yo tengo límites es en el acuerdo. Una cosa es el diálogo y otra cosa diferente es el acuerdo. Yo no veo ninguna posibilidad de ponerme de acuerdo con el kirchnerismo más duro, que dijo que hay que sacar presos de las cárceles en la pandemia; que promueve la relación con Venezuela y Nicaragua cuando Mauricio Macri había abierto las relaciones con el mundo entero y ahora volvimos para atrás; que creen que vamos a bajar los precios mandando militantes de La Cámpora a los supermercados. Yo no creo en eso, con lo cual no veo ningún espacio de acuerdo.
No ve un acuerdo, ¿pero se sentaría a dialogar con ese sector?
Yo me voy a sentar en la mesa con los dirigentes que elija la gente de acá para adelante. Lo que pasó, pasó; es parte de un gobierno que se está terminando en los próximos meses. Tenemos que mirar para adelante y respetar las decisiones democráticas. Obviamente, sé que si reeligen 800 veces a (Gildo) Insfrán en Formosa, veo muy difícil ponerme de acuerdo. Pero en términos generales hay que respetar la voluntad de la gente. Si entramos a personalizar, estamos alimentando lo mismo.
¿Mantendría algún aspecto de este gobierno?
Es una pregunta muy difícil. El 100% de inflación, el 40% de pobreza, el nivel de inseguridad que tenemos, la penetración cada vez mayor de la droga o haber tenido las escuelas tanto tiempo cerradas son las consecuencias de una cantidad de políticas públicas que han fallado. Hay que hacer un cambio profundo en cada tema, no con superficialidad ni con títulos, sino con laburo.
¿Qué pasa si Mauricio Macri también decide competir?
Tiene todo el derecho y está bien, competiremos, con él y con quienes decidan. Mi decisión no depende de quién decida competir o no.
Córdoba
Su discurso contra la grieta coincide con lo que viene planteando el gobernador Juan Schiaretti, ¿es casual? ¿A qué se debe esa coincidencia?
Es coincidente con muchos dirigentes de todo el país, de Juntos por el Cambio, de otros espacios y también muchos dirigentes gremiales, empresarios y sociales. No es un invento mio. Y no es casualidad; en mi caso es convicción. No lo hago porque otros opinan igual.
¿Hay algún otro punto de coincidencia con Schiaretti?
La verdad que no lo he profundizado. Nosotros creemos que Córdoba da para mucho más. Córdoba tiene un potencial productivo enorme, tiene producción de alimentos a partir del agro, y el mundo, producto de una situación triste como la guerra, necesita alimentos argentinos. Córdoba podría estar produciendo y exportando mucho más, podría estar potenciando sus industrias, como la automotriz, o algunos productos específicos de economías regionales que podrían venderse en el mundo. También en cuanto al turismo: estuve en Carlos Paz en el verano, reventaba de gente, pero estaba el problema de la contaminación del Lago San Roque, que no se previó porque no hubo planificación.
Dijo que Córdoba “da para mucho más”, ¿cree que esto es por la gestión provincial o producto de la nacional?
Las dos cosas. Obviamente el Gobierno nacional le pone un pie en la cabeza a todos los que quieran crecer, desarrollarse y generar laburo. Pero también eso debería impulsarse desde la gestión de la provincia. Pongo el ejemplo de la Ciudad de Buenos Aires: yo lidio con el mismo Gobierno nacional y la transformación que hemos hecho todo el mundo la vea y la conoce, aun nuestros opositores más acérrimos. Desde el punto de vista del desarrollo, la provincia da para mucho más.
¿Se podría trasladar un modelo como el de Córdoba a todo el país?
Yo no creo en eso de “trasladar” modelos. Yo estoy orgullosísimo de lo que hemos hecho en la Ciudad de Buenos Aires, pero tampoco creo que ese modelo se pueda “trasladar”. Lo que sí hay son experiencias que se construyen en generar laburo, conducir, liderar equipos. En la Ciudad yo tengo la experiencia de bancarme los palos en la rueda, bancarme que el Gobierno nacional un día cierre las escuelas o que otro día me saque la coparticipación. No existe ni el modelo de la Ciudad ni el modelo de Córdoba; hay experiencias para, en todo caso, adaptarlas al gobierno nacional o a las provincias.
¿Dónde se para en la interna entre Luis Juez y Rodrigo De Loredo?
Tengo una relación muy estrecha con Luis, trabajamos hace mucho tiempo, y también tengo mucho respeto por Rodrigo De Loredo, es joven y tiene mucho empuje. Pero también tengo muchísimo respeto por todo el equipo del PRO, desde la “Coneja” Baldassi hasta Gustavo Santos, Soher (El Sukaria), (Javier) Pretto, (Gabriel) Frizza, (Oscar) Agost Carreño. Hace poco almorcé con todos ellos y fui a visitar a mi gran amigo Mario Negri. Tenemos un muy buen equipo y están trabajando muy bien juntos. Yo veo la unidad de Juntos por el Cambio en Córdoba.
¿Podrán llegar a un acuerdo?
No tengo dudas. Pero ese acuerdo lo tienen que hacer los cordobeses. Yo no me voy a meter en eso. Es una provincia que no tiene PASO; yo no me voy a meter a decirles cómo tienen que organizarse. Yo creo en nuestra dirigencia cordobesa, que en la última elección fue un orgullo. Hicieron una PASO intensa, visible, y al otro día se los veía en una foto a Negri, Santos, Juez y De Loredo. Fueron un ejemplo, y así trabajando juntos ganaron en la provincia. Con esa misma unidad y convicción vamos a ganar la provincia y muchos municipios también.
Mencionó a Negri. En esta posibilidad de fórmulas cruzadas con el radicalismo, ¿podría ser su compañero de fórmula?
Con Mario tengo un afecto especial, más allá de la relación política. Lo respeto muchísimo. Es uno de los principales líderes parlamentarios que tenemos. Pero si fuera una fórmula cruzada, yo creo que hay que hablarlo con el radicalismo. No sería que yo con mi dedo elijo a un candidato. Si queremos fortalecer Juntos por el Cambio, tenemos que hablarlo a nivel de los partidos y ver a quién propondría el radicalismo para un cargo u otro. No tiene que ser una decisión individual.
Mendoza
¿Cómo ve las críticas de Omar De Marchi a las gestiones radicales de Rodolfo Suárez y Alfredo Cornejo?
Yo me guío por los hechos y por los resultados. Nos estamos presentando todos juntos en los siete municipios que adelantaron la elección. Esa es la realidad. Obviamente van a ser nuestros dirigentes mendocinos los que vean cómo es la conformación de las listas, si hay o no hay PASO (además hay boleta única, lo cual está muy bien). Pero lo importante es que tenemos las elecciones ahora y en siete municipios hay unidad de Juntos por el Cambio. Puede haber tensiones o diferencias dentro del espacio, pero a la elección vamos todos juntos.
¿Podrán mantener esa unidad?
La unidad se trabaja todos los días. Comparto el espacio de gobernadores con Suárez, con (Gustavo) Valdés y con Gerardo Morales. Tengo entendido que en las próximas semanas tendremos una reunión los cuatro gobernadores, y yo tengo previsto ir a la Vendimia en Mendoza (siempre sujeto a mi agenda y mi responsabilidad en la Ciudad de Buenos Aires). Pero el tema lo tienen que manejar nuestros dirigentes mendocinos. Yo no creo que desde Buenos Aires uno deba decir quién es candidato.
¿Comparte la decisión de De Marchi de esperar hasta abril para definir si permanece o no en Cambia Mendoza?
Yo apoyo la realidad, y la realidad es que en siete municipios hay unidad. Y yo apoyo la unidad, siempre. Yo confío mucho en Omar, es vicepresidente de la Cámara de Diputados, es un dirigente de muchísima trayectoria que además comparte conmigo la pasión de la gestión, porque viene de hacer una muy buena intendencia. Y me ha estado ayudando mucho en este tiempo en las relaciones en cada provincia. El armado lo hace cada provincia, él me ayuda en las relaciones con nuestros dirigentes provinciales, entre otras cosas porque muchos son sus compañeros en el Congreso. Es alguien que yo valoro mucho.
¿Él va a continuar en ese rol?
Va a depender de las candidaturas. Si termina decidiendo (es un tema de él y de nuestra dirigencia mendocina) por ser candidato, tendrá que abocarse a eso. Si no, por supuesto, siempre va a ser parte de nuestro equipo.
Y si fuese candidato por fuera de Cambia Mendoza, ¿también lo acompañaría?
Hoy hay Cambia Mendoza. Dejemos que nuestros dirigentes mendocinos decidan. Lo importante es que tenemos elecciones ahora y en siete municipios que adelantaron, vamos juntos. En Mendoza, así como en todo el país, veo que la Argentina da para mucho más. Imaginemos cómo sería para Mendoza tener un país más estable, que se abra más al mundo, el turismo que podría venir a la provincia si tuviéramos más vuelos y si se promocionara en el mundo… Mendoza es uno de los lugares más lindos de la Argentina y de Latinoamérica, desde el verano en los viñedos al invierno en los centros de sky. Es un lugar con un potencial enorme.