El conflicto entre el Gobierno nacional y las universidades volvió a escalar este lunes. “¿Está claro que la negación por parte de la UBA a ser auditada es un gran escándalo?”, cargó el presidente Javier Milei, después de que se conociera el rechazo a ser auditada por la Sindicatura General de la Nación (Sigen), organismo que depende del Poder Ejecutivo.
La réplica llegó por cuenta del rector Ricardo Gelpi: “Queremos ser controlados dentro del marco de las instituciones”. Mientras tanto, el conflicto entre el Gobierno y la comunidad universitaria tendría un próximo hito el 12 de noviembre próximo, fecha que impulsan algunos sectores universitarios para realizar la Tercera Marcha Federal en reclamo de un aumento del presupuesto.
El aviso de la Sigen
La nueva crítica del presidente a las autoridades de la UBA ocurrió después de que se oficializara el rechazo de la universidad a la “intromisión” de la Sigen, a la que ve como una cuña que responde al Gobierno.
Por la mañana, la Sigen se presentó en mesa de entradas de la Rectoría de la UBA para comunicar el próximo inicio de una auditoría, tal como se había anunciado la semana pasada.
“Luego de que las autoridades de la Universidad de Buenos Aires no respondieran a las notificaciones enviadas por sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE) y el aviso al correo electrónico oficial del rectorado, se decidió entregar la notificación en un documento físico, para evitar más dilaciones”, informaron en un comunicado.
UBA: “La Sigen no aporta transparencia”
El secretario de Hacienda de la UBA, Matías Ruiz, negó que no se rindan los fondos nacionales recibidos: “Los informes le llegan mensualmente al Ministerio de Capital Humano al máximo nivel de detalle de gastos establecidos”, explicó.
Sobre el rechazo a la auditoría, el funcionario de la UBA dijo: “La Sigen no aporta transparencia porque hay informes que la universidad presenta que no son publicados. La Universidad informa todas las auditorías y están en la página web porque son públicas. No es nuestra palabra, sino que es que se pueden ver todas y que tiene el Poder Ejecutivo. La UBA rinde el 100% de los fondos, está todo detallado”.
El rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por todos los estamentos, anunció en una conferencia de prensa que se recurrirá a la Justicia para impugnar la decisión del Gobierno nacional de auditar la universidad por intermedio de la Sigen.
“Entendemos que la Sigen no tiene las competencias para auditar a las universidades. Esto no significa que nos oponemos a las auditorías. Queremos ser auditados lo que sea necesario dentro del marco de las instituciones, y decidimos presentarnos ante la Justicia para que decida si el procedimiento que quiere llevar a cabo el Gobierno se encuentra dentro del marco legal vigente”, explicó el rector. “Nosotros entendemos que no, pero acataremos lo que decida el Poder Judicial”, agregó.
Gelpi anunció también que se llamará a “una convocatoria nacional e internacional para que profesionales independientes hagan una auditoría sobre el sistema de control interno para seguir brindando información transparente a la ciudadanía”.
Auditoría o intervención
La UBA había cuestionado a la Sigen la semana pasada por entender que se trata de una “violación del Gobierno a la autonomía universitaria”. “Sí a las auditorías, no a la intervención del Poder Ejecutivo a las universidades públicas. La UBA es auditada y quiere seguir siéndolo”, se argumentó. En la UBA piden que se mantengan las auditorías de la AGN (Auditoría General de la Nación), organismo que depende del Congreso nacional.
Lo mismo opinó el abogado constitucionalista Daniel Sabsay, que se manifestó contrario a la intervención de la Sigen con las auditorías universitarias. “Los fondos de las universidades no pueden ser controlados por la Sigen que depende del Ejecutivo y eso afecta su autonomía. Debe hacerlo la Auditoría General de la Nación que depende del Congreso”, sostuvo a través de su cuenta de X. “Se debe rendir cuenta del uso de fondos públicos pero ante el organismo adecuado”, agregó.
La UBA calificó de “caballo de Troya a la Sigen” enviado por el Gobierno de Milei, que anunció que emprenderá una auditoría por el período 2020-2022. “La meta es controlar qué se enseña en la universidad, cómo y a quién”, se denunció.
“Los vamos a auditar”, avisó días atrás Milei, para volver a tratar de “chorros” y “delincuentes” a las autoridades universitarias, a la que ve alineadas con la oposición política en el Congreso.
“Queremos auditar, saber qué se está haciendo con la plata. Inventaron que las queríamos privatizar. Son una manga de mentirosos. Esto es el choreo de una manga de políticos delincuentes. Van a inventar cualquier mentira con tal de seguir defendiendo su negocio”, dijo también Milei la semana pasada.
Mientras tanto, distintas sedes y unidades universitarias en el país continúan con medidas de fuerza. Un grupo de facultades de la UBA votó organizar la Tercera Marcha Federal para el 12 de noviembre.