La oposición redobla al máximo la presión contra el “plan motosierra” del presidente Javier Milei en un doble frente de batalla. En el Senado, consiguieron dictaminar el proyecto de financiamiento universitario, que podría votarse este jueves en el recinto, mientras que en la Cámara de Diputados buscarán voltear este miércoles los vetos a cuatro leyes y sancionar las dos iniciativas de los gobernadores para inyectar fondos a las provincias.
El proyecto para actualizar el presupuesto universitario y recomponer salarios obtuvo luz verde en un plenario de comisiones de Educación y de Presupuesto, con firmas de Unión por la Patria, la UCR, la porteña Guadalupe Tagliaferri (PRO), la cordobesa Alejandra Vigo y la rionegrina Mónica Silva, de Provincias Unidas. La Libertad Avanza se opuso, al igual que la cordobesa Carmen Álvarez Rivero (PRO), que tuvo una argumentación polémica.
“La universidad más antigua del país es la de Córdoba. Por la historia que tiene, podría pedir más plata. Pero yo no me sumo a esa, todo lo contrario. La Universidad de Córdoba, así como está, es una estafa para los cordobeses. Tiene menos del 20% de egresos respecto a los ingresos, y es una caja política sin control, llena de microcorrupciones. Así que hoy no está cumpliendo la función para la que fue creada”, lanzó.
El proyecto ya está en condiciones de ser tratado por el pleno. Unión por la Patria quiere hacerlo este jueves sobre tablas, pero en los bloques dialoguistas no están dispuestos a otra “autoconvocatoria” como la de la última vez, y esperan que este miércoles haya una reunión de Labor Parlamentaria para darle “formalidad” a la sesión, con el aval de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El oficialismo no logró frenar la ofensiva y el nerviosismo era palpable. “Se están tratando temas con mucha intencionalidad electoral”, balbuceó el jefe del bloque libertario, Ezequiel Atauche, en otro plenario de comisiones de Población y Presupuesto donde se dictaminó la emergencia pediátrica, otro de los temas que el Senado está a punto de sancionar.
En tanto, la tensión se trasladará este miércoles a Diputados, que sesionará a partir de las 12 con un temario catastrófico para el Gobierno. En el oficialismo evitaron dar pistas sobre cómo enfrentarán la sesión pedida por la oposición. “Obviamente, no compartimos casi ninguno de los planteos. Esperemos que tengan el menor acompañamiento posible”, afirmaron, casi con resignación.
Todos hacen números para los vetos y miran de reojo las abstenciones y las ausencias. Es que como el cálculo se hace sobre los “votos emitidos”, las abstenciones no cuentan para esa base, porque son un “no voto”. Es decir los diputados que se abstengan o se ausenten ayudan más al Gobierno que a la oposición, porque el oficialismo llegaría más fácil el tercio que la oposición a los dos tercios.
La oposición está confiada en poder rechazar el veto a la emergencia en discapacidad, ley que alcanzó los dos tercios en la votación original. El tema se coló fuerte en Córdoba: el gobernador Martín Llaryora salió a respaldar con contundencia la ley a través de un video publicado en redes sociales. Asimismo, una diputada de su bloque, Alejandra Torres, confirmó a este medio que cambiará su voto (se había abstenido) para apoyar la norma.
Natalia De la Sota, que también integra el bloque Encuentro Federal pero enfrenta al oficialismo provincial en esta elección, llamó a rechazar ese y todos los demás vetos. “Convoco a todos los diputados de Córdoba a que estén presentes y defiendan sin titubeos los derechos de las personas discapacidad y de los jubilados”, dijo a este medio, en tono opositor.
Entre las leyes jubilatorias, la de restitución de la moratoria es la que menos posibilidades tiene de ser sostenida, mientras que la de aumento de los haberes en un 7,2% y el bono a $110.000 tiene final abierto. “Puede pasar cualquier cosa”, dicen en la oposición. Muchas miradas apuntan a la UCR: si se abstiene de nuevo, como hizo en la primera votación, no habrá dos tercios.
El otro bloque donde se posa la expectativa es Innovación Federal. Sus diputados son escurridizos y la mayoría se ausentaron en la votación de las leyes. Son ocho en total y responden a los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Hugo Passalacqua (Misiones) y Alberto Weretilneck (Río Negro). Al oficialismo les conviene mantenerlos afuera y que no vayan a votar.
Además de jubilaciones y discapacidad, el otro veto es el de asistencia financiera a la localidad de Bahía Blanca. Como el Senado ya lo rechazó, si Diputados hace lo mismo, se convertirá en el primer veto de Milei volteado por el Congreso. Por ende, el presidente estaría obligado a promulgar la ley y desembolsar $200.000 millones para el municipio afectado por inundaciones.
Los gobernadores también tendrán protagonismo con sus dos proyectos para la distribución de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) e impuesto a los Combustibles. De ser aprobados, serán convertidos en ley y podrían terminar en nuevos vetos. El Gobierno hizo a último momento dos contraofertas con las que aspira a quebrar al conjunto de mandatarios. La duda es si podrá captar más adhesiones que las que ya consiguió (Mendoza y San Juan).
Otro de los temas de la sesión que le traerá un dolor de cabeza a Milei será el proyecto que busca romper el empate en la comisión investigadora del caso $LIBRA para poder nombrar a un presidente. Hasta el momento, la oposición no pudo designar autoridades ni avanzar con el proceso porque el oficialismo urdió una maniobra para forzar un empate de fuerzas a través de la creación de nuevos bloques e interbloques.