En el primer día en su nuevo cargo, Guillermo Francos desplegó una amplia agenda de actividades con el objetivo atravesar lo más rápido posible la crisis incubada en el seno del Gobierno de Javier Milei que significó el despido de Nicolás Posse como jefe de Gabinete.
“Nicolás Posse se sobrecargó de tareas y cuando uno hace eso es muy difícil atenderlas todas”, explicó Francos por la mañana, en Casa Rosada, antes de reunir al gabinete. Adelantó la posibilidad de que el funcionario desplazado pueda “encontrar funciones en otras áreas” del Gobierno.
“El propio presidente me ha pedido impulsar la gestión en combinación con la situación política. Es una nueva etapa de una gestión que continúa. Voy a trabajar y seguir conversando con los distintos sectores para encontrar los mejores caminos para la Argentina”, dijo Francos.
En Casa Rosada se habla de “descentralizar” la estructura de la Jefatura de Gabinete. “La jefatura centraliza demasiado dentro de su competencia, por lo que se genera un cuello de botella que entorpece la gestión”, citó la agencia Noticias Argentinas de fuentes oficiales. La Jefatura de Gabinete concentra ocho secretarías.
“Hay un montón de competencias que hay que sacarse de encima para que Francos tenga más tareas de políticas y menos de gestión como jefe de gabinete”, agregaron fuentes de Casa Rosada.
Desde el entorno de Francos aseguraron a este medio que el presidente Milei quiere que como jefe de Gabinete continúe al frente del diálogo con los gobernadores, como lo venía haciendo como ministro del Interior.
“Pero en términos específicos -se aclaró-, la relación con las provincias queda a cargo del Secretario de Interior Lisandro Catalán”, bajo la órbita formal de Francos. No se recuerda que desde 1983 hasta ahora, los distintos organigramas de gabinete no hayan tenido un ministerio de Interior, que ahora tendrá rango de Secretaría.
A través del decreto 471/2024, Milei aceptó la renuncia de Francos como ministro del Interior y mediante el 472 hizo lo propio con la dimisión de Posse como jefe de Gabinete.
Milei también decidió que continúe dentro de la jefatura de Gabinete José Rolandi quien se ocupaba de la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, y se le valora su aporte para que Diputados dé media sanción a la Ley Bases. En cambio se desplazó al titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori, nombrado por Posse.
La salida de Posse en medio de una “reconfiguración”
La reconfiguración del Gabinete había sido anunciada por Milei el jueves pasado, aunque se precipitaron los hechos. En esa oportunidad, el presidente explicó que cumplida la etapa que implicaba la aprobación o no de la Ley Bases en el Senado, “todo el gabinete quedaba en revisión”.
Posse, sin embargo, fue echado antes de que el Senado defina la suerte de la emblemática ley del Gobierno libertario.
Milei también había anticipado la semana pasada la incorporación de Federico Sturzenegger, autor del DNU 70. Los cambios en el gabinete acelerarían el ingreso de Sturzenegger en un área relacionada a la “desregulación de la economía y reforma del Estado”.
El presidente Milei -que hoy arribó a San Francisco, Estados Unidos, en el séptimo viaje al exterior de su mandato- no explicó públicamente porqué echó a un funcionario que al inicio de la gestión ubicaba dentro de su círculo político más cercano, a la par de su hermana Karina y del asesor Santiago Caputo.
“No interpretaba al presidente”, “desconocía el funcionamiento del Estado”, “la gestión no avanzaba”, una mala relación las ministras Bullrich y Pettovello y hasta el rumor sobre “maniobras de espionaje interno”, son algunas de las versiones en off escuchadas en la Casa Rosada sobre la salida de Posse. “Motivó esta decisión la diferencia de criterios y expectativas en la marcha del gobierno y las tareas encomendadas”, dijo el comunicado de Presidencia.
La ausencia de Posse al acto del Luna Park y el saludo negado de parte de Milei en el acto del 25 de mayo reflejaron una relación terminada.
Café, perfil alto y visita al Senado
Quedó claro, en todo caso, que Francos ejercerá la jefatura con un estilo completamente distinto al de antecesor. Después de hablar con la prensa (algo que no hizo nunca Posse, al menos en “on”), hizo una reunión con el gabinete y secretarios de Estado y después eligió la confitería Pertutti, en la Avenida de Mayo, para continuar con los ministros. A la vista de todos, un gesto muy diferente al reservado de Posse, cuyo bajo perfil llegó al extremo que solo se conoció públicamente su voz cuando se presentó en el Senado hace dos semanas.
En la mesa de café presidida por Francos se sentaron los ministros Cúneo Libarona, Rossi, Petri, Bullrich, Pettovello, y Mondino, además de Adorni y Santiago Caputo.
En las varias entrevistas radiales concedidas, Francos debió rectificar una frase dicha a Radio Splendid respecto a que Milei lo había elegido a él “porque con la política se la hace complicado, la política no la entiende”. Más tarde, Francos aclaró que “el Presidente y nuestro espacio no interpretan la política de manera tradicional, no entiende la política de esa manera y como yo vengo de muchos años de hacer política soy el interlocutor”.
En su primer día como jefe de gabinete Francos le prestó especial atención al lugar donde el Gobierno juega sus fichas: se dirigió al Senado, para reunirse con la vicepresidenta Victoria Villarruel y los jefes de los bloques “dialoguistas” para conversar sobre la Ley Bases y su próxima llegada al recinto.