Antes de cerrar la campaña con los estudiantes del Carlos Pellegrini, Sergio Massa expuso su plan (“equilibrio fiscal, superávit comercial y competitividad cambiaria para las exportaciones” como “eje rector”) ante empresarios reunidos en el Hotel Alvear. El candidato no estuvo solo sino que lo acompañaron su jefe de gabinete, Leonardo Madcur, el embajador Daniel Scioli, el empresario Francisco de Narváez y la diputada nacional Graciela Camaño, la antigua socia del Frente Renovador, que acudió al llamado de unidad nacional de Massa, y de quién se había separado en 2019, por el acuerdo de éste con el kirchnerismo.
Estos nombres integran parte del grupo en el que se apoya Massa en su intento por ganar la presidencia de la Nación y de lograrlo, construir un gobierno de unidad nacional. El universo Massa, sobre todo a partir del lugar ganado en el balotaje el 22 de octubre, empezó a expandirse hacia la construcción de “una nueva mayoría política”. De Narvaez y Camaño expresan algo de eso.
Madcur compone la mesa chica que a diario se vincula con Massa en su condición de ministro de Economía. Comparte este espacio con otros funcionarios del cuarto piso del ministerio, como Gabriel Rubinstein y Eduardo Setti. Marco Lavagna, en tanto, coordina esta mesa económica. Días atrás, su padre, Roberto Lavagna se pronunció públicamente a favor de la candidatura de Massa, le dejó unos consejos para gobernar, pero no integra un equipo de trabajo.
Massa también le concede protagonismo a otros funcionarios nacionales que son fuerza propia del Frente Renovador, como el ministro de Transporte, Diego Giuliano, y Guillermo Michel, el hombre fuerte de la aduana, muy presentes en la primera fila de la gestión y en la tribuna mediática. Los dos suenan para continuar si le salen bien las cosas el domingo a UP. En la campaña, José Ignacio “Vasco” De Mendiguren acompañó a Massa a distintas visitas a fábricas y encuentros con productores. Otro vocero del candidato.
Eduardo “Wado” de Pedro, tras declinar su candidatura presidencial en favor del acuerdo político que nominó a Massa, pasó a ser jefe de la campaña. El ministro del Interior redujo casi a cero sus apariciones mediáticas, pero acompañó a Massa en el seguimiento diario de la campaña. De Pedro es uno de los nexos de Massa con el kirchnerismo.
La jefatura de la campaña, en los hechos, es compartida con Malena Galmarini. Después de las PASO, tras ser derrotada en la interna para la intendencia de Tigre, se sumó full time al comando electoral, que integran también el peronista porteño Juan Manuel Olmos, el intendente de San Fernando, Juan Andreotti, y Santiago García Vázquez, responsable de Comunicación. Olmos, vicejefe de gabinete de Alberto Fernández, es una pieza clave en la articulación de todos los sectores que integran UP. García Vázquez es un histórico colaborador de Massa, igual que Claudio Ambrosini, el titular del Enacom.
Pese a la zozobra que provocó inicialmente el resultado de las PASO, Massa le redobló la confianza en la estrategia general de la campaña al consultor catalán, Antoni Gutiérrez Rubí.
Los gobernadores peronistas fueron otra clave en la nominación de Massa como candidato. Jalil (Catamarca) y Quintela (La Rioja) estuvieron entre los primeros en apostar por esa candidatura. Después de las primarias, y tras una cena en Tucumán de Massa con los gobernadores, Juan Manzur fue designado jefe de la campaña para el Norte Grande. El reelecto gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y su par de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, también son frecuentemente consultados por Massa. El histórico operador peronista bonaerense, Juan José Alvarez, fue enviado a Córdoba como emisario de Massa. Axel Kicillof, una de las referencias más potentes del kirchnerismo, puso a disposición de Massa, sin especulaciones, el aparato electoral que se impuso por paliza en la provincia.
Massa también fue conformando un ala política por fuera de la tropa propia del Frente Renovador y de los gobernadores. Allí aparecen el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, su par de Turismo, Matías Lammens, y los peronistas históricos, Julián Domínguez, Felipe Solá y Scioli.
El co-secretario general de la CGT, Héctor Daer (alguna vez muy cercano a Alberto Fernández), Gerardo Martínez (UOCRA) y el dirigente de La Bancaria, Sergio Palazzo, completan la parte sindical de la campaña.