El Gobierno nacional buscó digerir lo más rápido posible la sonora derrota en el Senado que implicó el rechazo del DNU70 y hoy se reunió con diputados del PRO y de la UCR para fortalecer acuerdos políticos de cara a un futuro inmediato: para que se declare su invalidez, el decreto debe ser también rechazado en la Cámara Baja, donde el Ejecutivo, además, pugnará por imponer la nueva versión de la Ley Bases.
Las reuniones de hoy, por separado, que mantuvo el ministro del Interior, Guillermo Francos, con un grupo del PRO, liderado por Cristian Ritondo, y otro de la UCR que encabezó Rodrigo De Loredo, en cierto modo fueron anunciadas ayer por el presidente Javier Milei en un comunicado publicado después de que el Senado rechazara con 42 votos a 25 el emblemático decreto libertario.
“El Presidente de la Nación desea destacar la labor de los senadores nacionales de La Libertad Avanza, del PRO, y especialmente de la mayoría absoluta de los senadores de la Unión Cívica Radical, quienes han dado la lucha hoy en defensa de la libertad de los argentinos, a pesar de conocer de antemano el resultado negativo”, escribió Milei en reconocimiento los opositores dialoguistas.
Francos, el vicejefe de gabinete José Rolandi y el asesor presidencial, Santiago Caputo, le abrieron al mediodía las puertas a una delegación del PRO integrada por Ritondo, Diego Santilli, Silvia Lospennato, Luciano Laspina, José Núñez, Silvana Giudice y Damián Arabia.
Al terminar la reunión, la oficina de prensa de Francos resumió en un escueto comunicado las más de dos horas de charla: “Nos reunimos con Ritondo y diputados del PRO para trabajar sobre la nueva Ley Bases y avanzar sobre el paquete fiscal”. No se mencionó en el comunicado oficial el cambio de impresiones que hubo sobre el rechazo del Senado al DNU70.
“El contexto político de Diputados es diferente al contexto en el Senado”, aclaró Ritondo al salir de la reunión. “Desde el PRO, vamos a acompañar y a darle las herramientas al Gobierno que necesite”, agregó, dejando en claro que se apoyará no solo la nueva versión de la Ley Bases, sino que también se acompañará al oficialismo cuando se discuta la validez del DNU. Sobre el decreto, en el PRO hay confianza sobre su aprobación en diputados.
“Quienes se propusieron por el cambio tienen que votar por el cambio en el Congreso”, afirmó Ritondo, en crítica a los votos radicales, como el del senador y titular de la UCR, Martín Lousteau, que rechazaron el DNU en el Senado.
“Notamos que el Gobierno está tranquilo porque sabían que esto podía pasar. Por la composición de las fuerzas políticas, es poco probable que se rechace en Diputados”, agregó otro legislador del PRO, sobre la charla mantenida con Francos.
“Estamos predispuestos a darle las herramientas justas y necesarias al gobierno; es el espíritu del radicalismo en diputados y creo que se expresó en el Senado”, declaró De Loredo, tras la reunión con Francos.
El jefe del bloque radical se mostró así favorable a apoyar el DNU y el resto de las iniciativas de La Libertad Avanza en diputados. La delegación radical se integró con De Loredo, la vice del bloque Karina Banfi, la secretaria legislativa Soledad Carrizo, y las diputadas Pamela Verasay y Luis Picat.
“El paquete fiscal va a necesitar un acuerdo con las provincias”, admitió, no obstante, De Loredo.
“Lousteau votó en función de sus convicciones, no fue una sorpresa”, reconoció Karina Banfi, en charla con la prensa, cuando se le preguntó por la grieta abierta en la UCR.
Aunque en Casa Rosada hay insistencia por demostrar “optimismo” respecto al próximo paso del DNU en Diputados, las cuentas preliminares son ajustadas.
La diferencia entre diputados y senadores
El rechazo en la Cámara Alta reflejó el estado actual de enfrentamiento entre la Casa Rosada y la mitad de los gobernadores. De 15 senadores patagónicos, por ejemplo, 14 votaron contra el DNU, lo que da cuenta de la relación de la región sureña con el Ejecutivo.
Pero se coincide, tanto en el oficialismo como en la oposición, que los diputados, por lo general, no responden directamente a sus gobernadores como suele ocurrir con los senadores; los bloques partidarios en la Cámara Baja, con sus grises, tienen vida propia, más allá de sus provincias.
Todo indica que en Diputados, Unión por la Patria mantiene la base de 99 votos para ir contra el DNU libertario. Ya anticiparon su voto negativo los cinco de la izquierda, seis de la Coalición Cívica y dos socialistas.
En este lote, y a juzgar por lo ocurrido en el Senado, se cuentan cinco votos radicales, con Facundo Manes a la cabeza. Podrían ser más, si algunos diputados deciden seguir el voto negativo de Lousteau, titular partidario.
También rechazan el DNU Natalia de la Sota y Margarita Stolbizer, igual que los dos diputados de Santa Cruz. Alrededor de 120 diputados votarán por el rechazo. Este grupo opositor necesita nueve votos más para los 129 necesarios que requiere el quorum y después el voto mayoritario para el rechazo.
La atención del oficialismo y la oposición “no dialoguista” está en el bloque Innovación Federal. Son ocho diputados que responden a los gobiernos de Río Negro, Misiones y Salta.
El jefe del bloque de diputados de UP, Germán Martínez, dijo que fue “acertada” la decisión de que haya sido el Senado el que avanzó con el rechazo del DNU. En charla con la prensa del Congreso dijo que ahora, “hay que actuar rápido para tener cuanto antes el número que permita rechazar el decreto en Diputados”.
“Hay que dar pasos seguros, pero en el menor tiempo posible debe ser rechazado”, insistió.
Martínez ofreció una salida al oficialismo: “Que mande ley por ley y las discutimos; ya hemos perdido tres meses de discusión parlamentaria”. En el Senado, el radical Lousteau también pidió desagregar la ley Bases y el contenido del DNU en distintas leyes.
“Milei no quiere acordar; sabe hacerlo porque lo conocí cuando fue diputado; él quiere subordinación y sometimiento a sus ideas”, opinó Martínez.
