En la jornada del viernes se registró un lamentable suceso: en el marco de un control vehicular de rutina, los oficiales a cargo del operativo procedieron a la persecución de una moto pilotada por dos individuos que, ante la presencia policial, se dieron a la fuga. Alcanzado por los efectivos, el conductor del motovehículo marca Motomel se negó rotundamente a mostrar a los oficiales la documentación del mismo, a la vez que comenzó a proferir gritos de auxilio. Ante el disturbio, vecinos del barrio salieron a increpar a los uniformados. De los improperios y amenazas pasaron a arrojar piedras, con lo cual un Cabo resultó herido con rasguños, en tanto que un Oficial con lesiones en una mano.
Todo se inició cuando los efectivos de la División Patrulla Motorizada Las Talitas, junto a otras áreas especiales dependientes de la Unidad Regional Norte, realizaban patrullajes de rutina en las inmediaciones del Barrio el Sol, en Las Talitas. Allí detectaron la presencia de un vehículo sospechoso. Al dar voz de alto, los ocupantes del rodado aceleraron la marcha con intenciones de huir del control. Tras una intensa persecución que finalizó en el Barrio 156 Viviendas, el conductor fue atrapado, mientras que su acompañante logró escapar ingresando a una vivienda.
Por estos incidentes fueron detenidos el conductor, de 18 años, y otro hombre, de 42. Ya en la Comisaría El Colmenar, ingresaron dos mujeres y un hombre de 25 años, y, entre insultos y amenazas, conminaban a los oficiales a la liberación de los aprehendidos. Una de las mujeres descargó su ira en los móviles apostados en el estacionamiento de la dependencia policial, produciendo abolladuras en la puerta del vehículo. En tanto, la otra mujer destruyó el retrovisor de una de las motos de la División Patrulla Motorizada con una piedra. Se procedió a la inmediata detención de las mismas, junto con un joven, que también arrojó piedras a los móviles.
Las cinco personas fueron acusadas de lesiones, daños, atentado y resistencia a la autoridad; y se secuestró la motocicleta marca Motomel en la que se movilizaban los agresores. Todas estas medidas fueron avaladas por autoridades de la Unidad Fiscal de Flagrancias de turno.
Todo el procedimiento fue supervisado por el jefe de la Unidad Regional Norte, Comisario Mayor Gustavo Beltrán.