En declaraciones a un medio local, Romero expresó su deseo de que la fiesta, que atrae a miles de personas disfrazadas y transforma la ciudad en una gran celebración, se lleve a cabo. Sin embargo, subrayó que “hay diversas razones” que justifican la necesidad de buscar otro espacio, destacando la falta de consenso con los vecinos y un informe de seguridad que planteó serias preocupaciones sobre la realización del evento en el puerto.
Preocupaciones de seguridad
El informe elaborado por la Policía de Entre Ríos fue fundamental en la decisión de cancelar la fiesta en su locación original. Entre los puntos críticos que se señalaron se encuentran:
- Riesgos asociados al consumo de alcohol: El informe advirtió sobre el peligro inminente que representa la cercanía al río, especialmente en un evento donde se espera un alto consumo de bebidas alcohólicas.
- Impacto en la comunidad local: La realización del evento en el puerto podría afectar la vida cotidiana de los residentes, generando problemas de tránsito y circulación en la zona, especialmente en la Avenida Ramírez, que es una arteria clave para el acceso de emergencias.
- Dificultades logísticas: La necesidad de realizar cortes de calles y restringir el acceso a diversas áreas de la ciudad podría causar perjuicios económicos a los comerciantes locales.
Por qué no en el Acceso Norte
Al ser consultada sobre la razón por la que no se eligió el Acceso Norte como locación, Romero explicó que este predio presenta inconvenientes significativos, como el terreno blando que podría complicar la realización del evento en caso de lluvia. Además, la intendenta mencionó que el acceso al lugar es complicado, lo que podría llevar a que los asistentes lleguen tarde debido a la distancia que deben recorrer.
Propuesta de alternativa
Romero sugirió el Parque Varisco como una alternativa viable, destacando sus 55,000 m² de espacio que permitirían una mejor organización del evento, sin perjudicar a la población circundante. “Nos gustaría tener la FDD en otro lugar, y el Parque Varisco es una opción que podría funcionar”, afirmó la intendenta.
Además, subrayó la importancia del diálogo entre el sector público y privado, enfatizando que el Estado debe escuchar las inquietudes de la comunidad y trabajar en conjunto para encontrar soluciones que beneficien a todos. “En una ciudad de unos 300 mil habitantes siempre hay tensiones; el Estado tiene que escuchar y fortalecer los acuerdos”, concluyó.
La situación actual refleja un delicado equilibrio entre el interés público y las iniciativas privadas. Mientras que la intendenta Romero aboga por la realización de la Fiesta de Disfraces en un entorno seguro y accesible, el informe policial resalta la importancia de priorizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. La esperanza es que, a través del diálogo y la colaboración, se logre una solución que permita la celebración de este evento emblemático en un lugar que garantice la seguridad de todos los asistentes.