Los docentes en tiempo de pandemia están realizando un gran trabajo y este es el caso también de Miriam Duré que cada 15 días hace un recorrido que incluye cruzar el río Paraná para llegar hasta la escuela estatal Nº 45 Martín Jacobo Thompson, que se encuentra en La Invernada, una isla que queda escondida entre los brazos del delta entrerriano.
El trayecto incluye cruzar la laguna El Embudo hasta el parador isleño del Club Regatas, seguir hasta el Club Malvinas Argentinas por la desembocadura del arroyo Ludueña y por último manejar por el Puente Rosario-Victoria hasta la escuela.
Este recorrido lo hace cada 15 días por caminos a pie, en canoa y camioneta. En cada uno de los viajes lleva los cuadernillos para sus alumnos de la escuela de la Isla La Invernada y bolsones de alimentos que se utilizan en el comedor escolar. Esto constituye una de las pocas ayudas que reciben las familias de pescadores que se encuentran allí resistiendo la pandemia del Coronavirus y la histórica bajante del Río Paraná.
Diario La Capital publicó la nota en donde Miriam, directora de la Escuela Nº 45 Martín Jacobo Thompson cuenta: "Acá preocupan las dos cosas" dice la docente que junto a sus hijos y pareja viven en su casa de la isla desde el comienzo del aislamiento preventivo desde el 20 de marzo.
Por lo general trata de permanecer adentro de su casa cuenta Duré, la excepción es cuando tiene que viajar a Victoria a buscar los cuadernillos de las tareas que elaboró el Ministerio de Educación nacional para los alumnos de todo el país. También necesita ir a Victoria a retirar el dinero que el Gobierno de Entre Ríos destina al comedor escolar.
Desde la escuela hasta Victoria el recorrido puede demorar hasta más de un día. Desde la Escuela hasta el Club Regatas hay unos 900 metros por el paso de la Laguna el Embudo, que con la bajante se tiene que hacer al pié ya que está prácticamente seco. Ya en el Club una lancha cruza a la docente hasta Rosario y una vez en la localidad santafesina sube a una camioneta para ir hasta Victoria.
"Las familias de mis alumnos son pescadores. Cuando comenzó la cuarentena, Prefectura no los dejaba salir a pescar. Ahora está un poco más relajado, pero como el río está tan bajo no sale casi nada", cuenta Miriam. Ella arma los bolsones que llegan de grupos afines a la escuela y esto hace que se pueda sobrellevar mejor la situación.
La escuela Jacobo Thompson pertenece al distrito educativo de la zona islas de la ciudad de Victoria que integran además otros 10 establecimientos más . La directora se hizo cargo de la escuela en 2001 e inmediatamente supo que ese era su lugar en el mundo. Además de ella el plantel docente está integrado por 3 docentes y una ecónoma. En la escuela conviven 28 chicos: 3 de nivel inicial, 7 de primaria y 18 de nivel medio.
Al tomar posesión de la institución educativa recuerda Miriam que no había luz eléctrica, tampoco celulares y el único medio de comunicación era la radio conectada a la Prefectura. Hoy hubo cambios y feliz cuenta que a la escuela llegaron paneles solares y teléfonos celulares.
Con respecto a la pandemia cuenta que estaban acostumbrados a vivir aislados. Antes que se interrumpieran las clases presenciales ya habían tomado medidas de prevención ante el Coronavirus. "El lavado de manos o del calzado es un hábito que ya traemos por el tema de los ratones. Hace unos años hubo una invasión y varios casos de hantavirus, y desde entonces nos acostumbramos a lavarnos las manos con frecuencia o a cambiarnos los zapatos cuando llegamos a la escuela. Los chicos vienen en canoa, a caballo o caminando buenos trechos, así que muchos dejan las botas en la puerta y se ponen las zapatillas para estar en la escuela", cuenta directora de la escuela.
La suspensión de las actividades generó cambios en la escuela y el comedor ahora se encarga de entregar bolsones de alimentos para las 18 familias de la zona. Miriam Duré aprovecha para pedir al Gobierno de Entre Ríos que trabaje en la apertura del paso El Cañito en la Laguna de El Embudo. "Es un paso natural que siempre existió, que se fue sedimentando, y contar con él permitiría tener dos vías de acceso al Paraná, con lo que se podría llegar más rápido al Hospital de Niños si algún chico tiene un accidente o, en el caso de los incendios, facilitaría el acceso de los bomberos"