Este jueves las fiscales Natalia Taffarel y Mercedes Nin solicitarán prisión preventiva para los tres detenidos por el ataque en la vía pública al intendente de Paraná, Sergio Varisco, quien permanece internado en una clínica de esa ciudad con serias lesiones.
Durante este miércoles tomaron testimonio a Vanina Julieta Gauna (40), Claudio Javier Godoy (46) y Juan Ignacio Musuruana (26), presuntos agresores. También declaró Varisco, desde la Clínica Modelo de la capital entrerriana donde permanece.
"Estoy bien, no es fácil porque tengo fractura de cadera y la operación se demora un día más por la coagulación de la sangre, mi tema cardíaco y conseguir el implante", dijo el presidente comunal, que podría ampliar su declaración.
Varisco detalló que "había atendido por la mañana a un grupo de chicos" que presentaron "distintas solicitudes", pero por "haber perdido las elecciones era muy difícil responder desde lo político".
"Fueron a pedir que el Municipio le otorgue beneficios que no corresponden", dijo en diálogo con canal Once sobre los agresores, y resaltó que "era la segunda o tercera vez que los veía, hablaban de una militancia pero eso no les da derecho, se milita por convicción".
Los agresores "argumentaron que no tenían trabajo y que hacía mucho que no trabajaban" y finalizó la reunión, pero por la tarde un grupo se acercó hasta la casa familiar del intendente, ubicada sobre calle Pellegrini. Allí "uno adujo que le había prometido, lo que no es cierto, le dije que no era así, a lo que empezó a amenazar de la peor manera y cuando iba a cerrar la puerta me tiran al piso", agregó.
Varisco cayó y se golpeó fuertemente la zona de la cadera, sufriendo lesiones de carácter grave y una fractura de cadera. No descartó "que sea alguna situación política", al tiempo que pidió "terminar con la famosa grieta y con la violencia en la cultura política".
Los tres permanecen detenidos en la Alcaidía de Tribunales de Paraná, y este jueves serían imputados de medidas de coerción por el delito de coacciones agravadas en concurso con lesiones graves, que contempla penas de cinco a diez años de prisión.