Por el hecho fueron detenidos Micaela Karina D. S. (23) y Oscar Héctor D. S. (32), los progenitores de la criatura, sospechados de homicidio agravado por el vínculo.
Ante esta situación María una de las hermana de Micaela contó que ella convenció a su hermana de que contara lo que le había sucedido a su sobrino. “Le hablé con el corazón y le dije que era el momento, que no tenga miedo y que diga la verdad. Ahí se quebró, se largó a llorar y un policía nos llevó a una oficina. Ella se arrodilló y pidió perdón, que ella no pudo hacer nada para salvar a su hijo”, detalló.
La misma Micaela habría relatado que el bebé estaba inquieto, le empezó a dar la teta y Oscar agarró la cabeza del bebé con las dos manos, le estiró para arriba y le tiró al piso. Desesperada, ella le alzó y le mojó la cabecita en el arroyo, pero el bebé no respiraba. Sólo le sangraba la nariz”, precisó abatida.
La Policía trasladó a Micaela y a María hasta la zona del arroyo El Barrero, donde la madre del bebé señaló el lugar exacto donde estaba sepultado.
Según lo que le habría relatado su hermana, agregó que “ahí nomás él le dijo que había que enterrar el bebé, hizo un pocito con el machete y le puso ahí. Dice que después tapó y zapateó sobre la tierra para aplanar bien el lugar. Como si había enterrado un perro muerto”.
Por su parte, Vilma la otra hermana de Micaela aseguró que Oscar Héctor D. S. tenía un particular resentimiento con los menores, ya que “lo primero que hacía cuando discutía con alguien, como hizo conmigo, era amenazar a los hijos. Para mí ese tipo es el diablo, nunca me gustó que esté cerca, pero tenía mucho control sobre mi hermana”, lamentó en diálogo con El Territorio.
Todas las certezas se develarán con la correspondiente autopsia prevista para la jornada de hoy en la morgue judicial de Posadas.