A poco de cumplirse una semana de la organización de la fiesta clandestina que reunió a más de 300 personas en Villa La Langostura, la investigación continúa en manos del Ministerio Público Fiscal que se encuentra en proceso de recolección de pruebas y todavía no existe fecha para la formulación de cargos.
El hecho ocurrió en un restaurante de playa ubicado en el barrio de Puerto Manzano, el cual fue infraccionado y clausurado preventivamente porque en el lugar se desarrollaba una fiesta con música “a todo volumen” y masiva concurrencia de personas, “quienes fueron sorprendidas cuando bailaban sin distanciamiento social, ni barbijos”.
Al respecto, el director de Comercio comunal, Pablo Celse, que tuvo a su cargo el operativo, indicó que “la causa es investigada por el Juzgado de Faltas, quien será el encargado de determinar la continuidad del proceso”.
Asimismo, el funcionario advirtió que “todo establecimiento comercial o gastronómico que incumpla los protocolos sanitarios, establecidos con el objetivo de disminuir la propagación de la Covid-19 y preservar la salud de la población, será automáticamente inspeccionado, infraccionado y clausurado en caso de ser necesario”.
Por su parte, los funcionarios judiciales pretenden llegar a los organizadores del evento para imputarlos por la realización de una fiesta clandestina que, de confirmarse, pudo atentar contra la salud pública y violar el artículo 205 del Código Penal, que establece penas de prisión para quien pudiera propagar una pandemia.