Esta historia, con final feliz, tiene como protagonista a Clarita, una niña apasionada por los animales que tiene ocho años y cursa tercer grado en Junín de los Andes. Perdió a la gallina que tenía como mascota y puso en juego todo su ingenio para recuperarla: hizo un retrato del animal para pegar en las calles y la recuperó.
En una charla con el diario LM Neuquén, contó cómo inició la búsqueda de su gallina llamada “Blanquinta” una vez que se había perdido: “No me gusta dibujar mucho, pensé en otra cosa y se me ocurrió hacer un cartel, la hice lo más real posible. Yo pensé en la gallina, traté de recordar cómo era”.
Leandro, su padre, contó que la gallina se había perdido un jueves cuando el animal estaba tratando de escapar de un gato, mientras tanto la otra gallina que tienen se resguardó en gallinero que le regaló su abuelo. “No la vimos, mi nena se puso mal y empezó a hacer dibujos para poder encontrarla. La idea surgió de ella, es amante de los animales. A la gente le agarró mucha ternura porque la gallina es igual a sus dibujos”, recordó.
Estuvo días sin aparecer, pero Clari seguía haciendo dibujos y decidió pegarlos en la vía pública; y se separó algunas pancartas para llevar el lunes al colegio. Pero una llamada inesperada sacó una sonrisa a la niña: “El domingo a la madrugada me llamó una señora que había visto publicada en el Facebook de otra persona. Me dijo que vio el dibujo de Clari y que había una gallina en un terreno a 70 metros de casa”, afirmó el papá.
Al día siguiente Clari junto a su padre fueron en busca de la gallina: “Yo pensé que no era ella, cómo va a ser ella. Vimos que era negra, pero no veíamos las manchitas blancas. Papá no la podía agarra porque estaba muy asustada”, contó la niña. A su vez, Leandro recuerda como fue el reencuentro con la mascota: “Fue entre emotivo y gracioso también, por lo difícil que es atrapar una gallina”.
Pero no se fueron los tres solos a casa, sino que se sumó un gallo blanco a la familia, le pusieron “Claudio”, es grande y se encarga de cuidarlas en el gallinero. Leandro agregó que se sorprendió por la gran repercusión que tuvo este hecho, a lo que afirmó: “Cuando apareció tuve que comentar que había aparecido y de nuevo se volvió viral en Junín”.
Finalmente, el padre de la niña reflexionó y dijo: “Se hizo famosa la gallina, fue muy gracioso. Gracias a esa repercusión obtuvimos el gallo. Nadie tenía fe. Pero ahí está las esperanza de los niños de que se pueden conseguir cosas”.