Todo comenzó el año pasado, cuando la víctima, quien ahora tiene 30 años, denunció que su padre abusaba de ella desde los 8 años. Las pericias psicológicas informaron que la mujer llegó a normalizar en forma patológica que su padre la abusara.
Con el paso de los años la víctima se casó con un hombre y tuvo dos hijos. En el 2019 fue cuando decidió visitar a su padre con una de sus hijas. Al ver a la pequeña junto al hombre que la abusó por muchos años fue lo que la llevó a hacer la denuncia. Ya que la niña tenía casi la misma edad que ella al momento en el que comenzaron los abusos.
Allí fue cuando radicó la denuncia y se inició un expediente que terminó en sentencia el miércoles pasado. El hombre de 52 años, se reserva su identidad para no develar la de la víctima, recibió una pena a 22 años de prisión por parte de juez Diego Lusverti. Continuará en prisión domiciliaria, ya que fue un beneficio que se le otorgó antes del juicio, hasta que quede firme el fallo.
Fue condenado por abusos sexuales con acceso carnal agravados por el vínculo y además por el delito de corrupción de menores, es decir, alterar la psiquis de la víctima para llevar a normalizar los vejámenes.