Familiares de internos del pabellón cinco fueron tomados como “rehenes” para lograr el cambio de unidad que solicitaban los reclusos del penal de Almafuerte. La insólita revuelta se debe a un apoyo externo de cinco mujeres que decidieron favorecer a sus familiares detenidos.
Luego de un reclamo de 15 reclusos para un cambio de unidad y así mejorar las condiciones de encierro, idearon este plan con “toma de rehenes”. Por ello, cinco mujeres que ingresaron ayer por la mañana, como visitas, no salieron del establecimiento. Las mismas pasaron el resto del día de ayer y parte de esta mañana en el galpón del patio dos del penal.
Según confirmaron diferentes fuentes a Diario Los Andes, la situación se desmontó hoy a primera hora, gracias al ingreso de nuevas visitas al establecimiento.