Las Valkirias son el primer equipo de fútbol para mujeres no videntes de Mendoza y su sede es la del Hiper Libertad, donde entrenan cada lunes y viernes, de 15 a 17, bajo la supervisión del profe Facundo Rodríguez.
Con el nombre de las guerreras de la mitología nórdica, las chicas salen a la cancha para aprender una disciplina, dejar su sello y demostrar que no hay limitaciones cuando los espacios se abren y la inclusión es prioridad.
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“Me divierto un montón, es la primera vez que juego al fútbol. Voy aprendiendo en cada clase, mis compañeras son muy copadas. Espero que podamos llegar a un buen nivel y competir en otras partes de la provincia y del país”, contó Agustina Miranda, de 25 años.
El técnico Rodríguez explicó: “Buscamos que las personas con discapacidad tengan un lugar en el deporte, y qué mejor que el fútbol, que apasiona a tantos argentinos. Nos queda mucho por trabajar y esperamos que sea el inicio de un largo camino”.
“En la Municipalidad apostamos al deporte, al deporte adaptado, inclusivo. Ya sea con personas ciegas, sordas, amputadas. Tenemos goalball, una disciplina exclusiva para personas con discapacidad. La idea es que todos tengan acceso y aportar un granito de arena”, manifestó.
La propuesta llegó de la mano de Giuliana Díaz, presidenta de la Subcomisión de Fútbol femenino de la Liga Mendocina, y fue tomando forma gracias a una estructura y la participación de las mujeres que se hicieron eco de la convocatoria para sumarse al combinado local.
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“Cuando me invitaron me pareció interesante y dije que sí, que estaba disponible para ser parte del equipo. La propuesta es muy interesante y estamos contentas de poder hacerlo”, contó Romina Cardozo, que estudia profesorado en discapacidad visual.
Las Valkirias son el cuarto equipo femenino para mujeres no videntes, junto a las representantes de Buenos Aires, Córdoba y Salta.
Por último, Jorgelina Berbedés, una de las referentes del grupo, recordó que “la convocatoria fue larga porque muchas chicas no se guían para llegar solas, fue cuestión de organizarse y coordinar para ir juntas. La motivación fue más fuerte y venimos con ganas de aprender y de jugar”.