Los mosquitos son uno de los insectos más comunes cuando llega el verano a la provincia. Con pocos días para que el otoño llegue a Mendoza muchos mendocinos se preguntan ¿cuánto falta para que se terminen?. En respuesta a eso lo estimativo es en abril o mayo, cuando el calor ya no este presente. Mientras tanto debemos protegernos y conocer opciones para hacerlo.
Los factores que hacen que estos insectos se reproduzcan con el calor, la humedad y las lluvias. Debido al clima que tuvo la provincia estas últimas semanas, se generó naturalmente un microclima en el Gran Mendoza muy propicio para su reproducción y expansión.
La especie de mosquito que generalmente se encuentra en Mendoza es el Culex quinquefasciatus. La misma se caracteriza por hacer mucho ruido y picar sobre todo en lo momentos donde falta luz solar. El momento preferido es esta especie es en la noche.
Profesionales en esta clase de insecto manifiestan que el frío también afecta cómo van a ser la explosión de mosquitos durante el verano. En los inviernos más crudos o con heladas suelen morir muchos huevos y, luego, durante el verano se observa menos población. Por el contrario, en los inviernos menos fríos, como los que transitamos en los últimos años en Mendoza, la población crece y está presente por más tiempo entre las personas.
Esta explicación esclarecería el porqué siguen habiendo tantos mosquitos en la provincia. El clima no solo afecta a las personas y a las vegetaciones como bien sabemos, este aspecto es fundamental para los insectos de la provincia y la posterior creación de plagas. En este aspecto lo único que tenemos al alcance de nuestras manos los humanos es seguir protegiendo el planeta para intentar que las condiciones climáticas se normalicen.
Guía para elegir un buen repelente de mosquitos
Tal como su palabra lo indica los repelentes no le hacen nada a los mosquitos. Tanto en el caso del DEET (sustancia química usada como repelente de insectos efectivo desde que fue desarrollado por el Ejército de los Estados Unidos), como la icaridina, el mecanismo de acción es desorientar a los insectos y alterar sus receptores para que no consigan localizar a las personas.
Para su efectivo cometido es importante tener en cuenta algunas consideraciones para no ser “atacado” por estos insectos que al parecer tienen un tiempo más entre los humanos.
- Se recomienda que los productos sean en forma de barras, lociones o aerosoles no presurizado.
- Es importante que la etiqueta se lea y se sigan todas las instrucciones y precauciones. No todos los repelentes funcionan de la misma manera.
- La aplicación del repelente de insectos debe ser solo la parte externa de la ropa y en la piel que queda expuesta. Generalmente no hay que aplicarlo debajo de la ropa.
- Usar únicamente la cantidad de repelente necesaria para cubrir la ropa y la piel que quede expuesta. El uso de una mayor cantidad de repelente no lo hace más eficaz.
- Los repelentes en aerosol deben usarse al aire libre para evitar inhalarlos.
Sin dudas el método para combatirlos temporalmente es respetar estas medidas de su uso. Otros consejos para poder dormir bien por las noches es poner telas mosquiteras en las ventanas de la casa, utilizar más de un repelente como la opción de los espirales. Otra de las alternativas más efectivas y sencillas, sobre todo para los días de calor intenso, es prender el ventilador durante el momento de conciliar el sueño.
Trampa casera para mosquitos
Desde el departamento de zoonosis del departamento de Luján de Cuyo compartieron en su Facebook una trampa casera para contribuir a la lucha contra la “invasión” de mosquitos en Mendoza. El objetivo de este artefacto es alejarse de los productos químicos de la piel.
Para ello se necesita: una taza de agua, un cuarto de taza de azúcar (si es morena mejor), un gramo de levadura y una botella de dos litros que servirá de recipiente contenedor de la mezcla contra mosquitos en verano.
El primer paso es cortar la botella de plástico por la mitad. Luego, hay que mezclar el azúcar morena con agua caliente y dejar que se enfríe. A continuación hay que verter la mezcla en la mitad inferior de la botella y añadir la levadura.
Colocar la parte de la botella que quedó como forma de embudo, al revés, en la otra mitad de la botella y unirlas con cinta adhesiva.
Como paso final es necesario envolver la botella con una cartulina negra, dejando la parte superior descubierta. El color de la cartulina es una de las formas atraerlos. La mezcla del interior debe ser cambiada cada dos semanas.