"Ella merece una muerte digna”, dice sin rodeos. Así es el desesperado pedido de una mujer para que PAMI cubra la internación domiciliaria a su madre gravemente enferma.
La afiliada María Soria tiene cáncer de mama y en febrero sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) que agravó aún más su estado de salud. María estuvo dos semanas internada y el 1 de marzo los médicos le ordenaron el traslado al domicilio.
Ese día, Beatriz Bustos, hija de la enferma, se encontró con la cruda realidad: PAMI no cubre más ese servicio y sus afiliados, si es que pueden, tienen que pagar de sus bolsillos la recuperación en sus casas. Eso implica enfermeros, médicos y aparatología, entre otros.