La justicia mendocina condenó este jueves a cadena perpetua a Roberto Audano, quien asesinó a su esposa chilena, Concepción Arregui, y luego lanzó el cuerpo al dique Potrerillos.
El fiscal Gustavo Pirello, el abogado defensor Federico Forgione y el abogado querellante Alfredo Paturzo acordaron otrogar al imputado la única pena que establece la acusación que pesaba sobre el mendocino: homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. El juez Jorge Coussirat avaló la pena máxima.
Tras esto, Audano regresará a la prisión hasta cumplir la sentencia. Su defensor solicitó la prisión domiciliaria por suspuestos problemas médicos de su defendido, pero le negaron el beneficio.