"Tenemos que hablar, no hay fondos para el programa de la lobesia", fue la expresión que produjo que la vitivinicultura entrara en estado de alerta.
El jueves de la pasada semana se realizó la postergada reunión de la nutrida mesa de competitividad vitivinícola. En una parte de la extensa mesa los funcionarios nacionales tiraron la bomba sobre la falta de fondos para combatir la polilla de la vid.
La decisión fue transmitida extraoficialmente a los dirigentes vitivinícolas, por lo que habría un anuncio oficial de la caída del programa.
Ante esto, no se llamaría a la licitación prevista para agosto y así poder adquirir los insumos y puesta en marcha de las intervenciones sobre las viñas que deben hacerse entre septiembre y octubre.
Uno de los dirigentes aseguró que una de las alternativas que propusieron desde el Gobierno Nacional es buscar algún tipo de financiamiento internacional vía préstamo o programa de organismo internacional.
Según especialistas, las más de 52.500 hectáreas que presentaron daños en la superficie mendocina en esta última temporada (cuando la presión de la plaga fue mayor a 1.500 capturas por trampa) tuvieron pérdidas de producción que van del 5 al 70%, con un promedio de 30%.
Cada vez más daño La superficie que presenta daños ha crecido considerablemente desde que se la detectó, llegando en esta última temporada a más de 50.000 hectáreas si sumamos la Zona Alta del Río Mendoza y los Oasis Norte y Este; y a más de 2.500 en la Zona del Valle de Uco.