Clausuran fábrica de jabón tras 44 años de reclamos de vecinos

Los vecinos de Guaymallén quieren que saquen la grasería del lugar por olores nauseabundos y plaga de ratas, moscas y cucarachas.

Clausuran fábrica de jabón
Clausuran fábrica de jabón

Sobre calle Mathus Hoyos y Río Negro, de Guaymallén, funciona una empresa llamada Grasería López. Allí hay vecinos con un reclamo de larga data, de 44 años, porque quieren que saquen la fábrica que funciona en este lugar. Esta empresa fue clausurada por el municipio. Es la primera clausura que tiene el lugar. Sin embargo los vecinos necesitan saber cuál será la decisión del municipio sobre el lugar.

Victoria, vecina del lugar, dialogó con Radio Mitre Mendoza: "Esta lucha está hace muchos años, hace unos meses la retomamos. El Municipio ha respondido a los nuevos reclamos de los vecinos. La verdad es que la clausura fue una sorpresa pero ahora seguimos todos muy expectantes porque la clausura tampoco es la solución a la problemática. Nosotros no estamos en contra de la actividad, sí en el lugar donde está inmersa. Están reunidos en el Municipio, en reunión de empresas con la gente del Municipio para que tengan una solución".

"Por un lado están los olores nauseabundos de una empresa que trabaja con grasa, por otra parte la contaminación y además convivir con ratas, moscas y cucarachas", agregó.

Otro vecino indicó: "Para nosotros es terrible, no solo los olores sino el impacto ambiental en la zona con los bichos, ratas, cucarachas y moscas que tenemos rojas, negras y verdes. Por los pericotes tenemos que estar fumigando constantemente. En la noche vemos cómo las ratas entran a la fábrica, pasan por los cables, se meten a nuestras casas, el verano no se disfruta en la zona. No podemos abrir las ventanas, no podemos salir a la vereda, según el viento se vuelve insoportable el olor nauseabundo. Además el olor se queda en la ropa tendida".

"Otra cosa es el tratamiento de la grasa que se deja estacionada y los chicharrones se dejan al aire libre. Sobre la calle Río Negro ellos dejan las camionetas cargadas llenas de grasa, llena de moscas y la sangre chorrea por toda la vereda. Es asqueroso el olor, es insoportable. Hace 44 años que está la fábrica y no podemos seguir sintiendo esos olores, pensamos que es hora del traslado.

"Nos encantaría que se nos informa a los vecinos qué va a pasar. Si bien la decisión la toman por arriba los afectados somos nosotros y también la fábrica. Es un conflicto que tiene que resolver entre varias partes", manifestaron los vecinos.