El año que viene, todos los que tengan propiedades cuyo avalúo fiscal supere los 2 millones de pesos deberán ingresar en el Régimen de Autodeclaración de Valuación de Inmuebles.
Esta sola medida es una forma de calcular el monto del Impuesto Inmobiliario sobre un monto equivalente a más del doble del valor que le pone el fisco a las parcelas.
En la práctica, es una forma de incrementar ese gravamen a quienes tienen bienes de alto valor: en el Gobierno dice que esas propiedades (casas, fincas, galpones, edificios) valuadas fiscalmente en 2 millones, cotizan en el mercado a al menos 8 millones de pesos.
Lo que supone el Régimen de Autodeclaración es achicar la brecha entre el avalúo fiscal y el precio de mercado. El avalúo fiscal es el precio que tienen los bienes para el Estado; sobre ese valor el fisco calcula el monto de los impuestos.
El problema es que el valor que asigna el Estado a las propiedades en no pocos casos es una broma de mal gusto: se estima que el avalúo fiscal oscila entre el 20% y el 25% de lo que valen esos mismos bienes en el mercado. El diputado Jorge López (Cambia Mendoza) explicó a Diario Los Andes que "el Régimen de la Autodeclaración busca corregir distorsiones que se vienen generando en el Inmobiliario desde hace años y que generan regresividad a la hora de determinar el impuesto".