El encuentro entre Independiente Rivadavia de Mendoza y Atlanta se suspendió a lo cinco minutos de la etapa inicial por incidentes en la tribuna del conjunto local. Los barras ingresaron a la cancha con armas de fuego, elementos cortantes y los rostros cubiertos.
En el partido por la decimosexta fecha de la Primera Nacional de fútbol que se jugaba en el estadio Bautista Gargantini de la capital de la provincia cuyana. El árbitro Leandro Rey Hilfer, tras aguardar más de 20 minutos, decidió suspender el encuentro debido a que la policía mendocina no le ofrecía garantías para continuar por un grave choque entre dos fracciones de la barra de la "Lepra", que concluyó con dos heridos leves.
A los cinco minutos, entraron en la tribuna local barras con palos y rostros cubiertos, elementos cortantes y, al menos una persona ingresó con un arma de fuego y comenzó a disparar tiros al aire, lo que provocó corridas y momentos de extrema tensión en la popular Salvador Iúdica, informaron fuentes de la prensa local.
Por su parte, el jefe de la Policia local, Roberto Munives, en declaraciones a Cadena 3 en Mendoza, comentó que "el inconveniente se dio por las facciones internas dentro de Independiente Rivadavia. La gente a cargo del operativo logró desactivar el problema, se evacuaron las personas y ante la chance que se recrudecieran los inconvenientes se decidió la suspensión del encuentro".
"Se observaron armas en el enfrentamiento, pero ya estaban dentro del estadio porque en la requisa realizada al ingreso del mismo no se detectaron armas. Se presume que ya estaban ingresadas previamente, en algún otro momento", prosiguió Munives.
Por último, añadió que "hay dos personas lesionadas, una mujer y un hombre, pero con lesiones leves. Por eso, como teníamos que dar la garantía a todo el público, por lo cual se decidió dar por suspendido el partido porque considerábamos que había garantías".
El partido, que tenía a Atlanta con la chance se subirse a lo más alto de la Zona A si se quedaba con los tres puntos, seguramente continuará en otro momento y a puertas cerradas.