Sólo dos políticos traccionarían si encabezaran una lista de candidatos: Alfredo Cornejo y Julio Cobos. El resto, se tiene que dejar empujar.
Las encuestas en Casa de Gobierno marcan hoy que la diferencia con el PJ podría rondar los 10 puntos, que podría estirarse y que, más allá de que se anticipa una campaña muy fría, la cuestión económica nacional jugará.
Dos datos en ese sentido. Uno bueno y el otro malo para Cambiemos. Los mismos sondeos oficialistas que establecieron la posible diferencia a la hora de votar marcaron que el 60% de los mendocinos consultados respondieron que su situación económica actual es "buena o pasable".
Sin embargo, la luz de alerta se prende para el gobernador en el Este y en el Sur. En los dos oasis productivos, la situación económica golpea. Y el malhumor con Mauricio Macri se hace sentir.
Cornejo cree que Luis Petri le aportará presencia territorial. El gobierno apuesta a hacer una buena elección en el Este provincial (su primer opción fue el intendente de Junín, Mario Abed) aunque el actual diputado sumó el apoyo nacional ara buscar su reelección.
La primera opción aquí fue otra mujer. El gobernador le hizo el ofrecimiento a Alicia Ordóñez, la decana de la facultad de Ciencias Aplicadas de la Industria en San Rafael. Pero la reconocida ingeniera declinó el ofrecimiento.
Los aliados, a la cola Tras el armado de las listas de candidatos legislativos, un punto habrá que seguir de cerca: Cornejo logró calcar la alianza electoral que colaboró con su triunfo en 2015 y en Mendoza, otra vez, estará la opción de la izquierda. Se sumará en esta ocación la oferta del partido Intransigente y un frente de los Rodríguez Saá. Pero el grueso del electorado terminaría optando entre él y el peronismo. Lo mismo que hace dos años.
Pero la paga a los aliados fue magra. Resignado, Gustavo Gutiérrez fue el más franco en ese sentido. "Esto es como un terreno en Júpiter", ironizó, luego de que al dirigente de la Coalición Cívica lo ubicaran en el quinto lugar de candidatos a diputados nacionales.
No alcanzó con que haya venido la misma Elisa Carrió a Mendoza para entrevistarse con Cornejo y pedirle por un espacio para Gutiérrez. Pero el aliado de Lilita se cuadró: "Si vos me lo pedís (más allá del quinto casillero) voy", le dijo a Cornejo.
El PRO mendocino, lejos de consolidar su presencia en Cambiemos, perderá espacios luego de la elección. Deberá conformarse con mantener a las dos diputadas amarillas que hoy tienen bancas en el Congreso (Susana Balbo y Stella Huczak) y no sumará ninguno desde octubre.
Perderá chances de renovar concejales en los departamentos y además aumentará con uno solo legislador su presencia en la Legislatura.
Cornejo aprovechó las peleas internas entre Balbo y Omar De Marchi, para colocar al excobista Petri quien, como ya se dijo, no paga estrictamente la cuota PRO. Pero Macri se da por pagado.
Enfrascado en su eterna discusión interna, el Partido Demócrata también quedó relegado. Cornejo propuso que Josefina Canale, la actual titular del Instituto de Juegos y Casinos, sea la representante gansa en las listas provinciales.
Pero el PD ya no la considera propia. Querían más. Y no se los dieron.
Difonso decidió el viernes no competir y quedarse en su comuna. La decisión del intendente dejará a la oferta del oficialismo sin su cara más peronista.
La candidatura de Graciela Cousinet en esa lista inventada, de Libres del Sur, podría terminar haciendo crecer a la Izquierda y evitando que del peronismo se fuguen votos.
Cornejo apostaba a retener ese 6% que Sergio Massa todavía conservaría en Mendoza y que no tendrá en la propuesta nacional en quien referenciarse. Sobre el filo del cierre, Cousinet también declinó y la lista finalmente se cayó. El pedido fue terminar adhiriendo a la lista que encabezará Najul a nivel nacional. "No hay problema, dijo Cornejo, lo único que no pueden hacer es cambiarle el nombre. Es Cambiemos", planteó el gobernador. /MDZ