La cultura de Mendoza estuvo de fiesta el viernes cuando el museo provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú- Casa de Fader (San Martín 3651, Mayor Drummond) ubicado en Luján de Cuyo, abrió sus puertas a la comunidad totalmente renovado después de siete años.
Finalmente, luego de cuatro años de trabajo de restauración, tanto edilicia como de la invaluable colección de arte del museo, los mendocinos recuperaron una joya que reúne una de las colecciones de arte más importante de la región. La recuperación de este espacio requirió de una importante inversión de parte del Gobierno provincial.
La velada fue una verdadera fiesta, la que contó con una presentación artística de lujo, formada por la proyección de un mapping digital láser en la fachada del emblemático edificio. Dentro del edificio, estatuas vivientes caracterizadas como obras de arte, le aportaron magia al lugar.
El secretario de Cultura de Mendoza, Diego Gareca, destacó que "se trata de un día histórico para la cultura mendocina. Hemos recuperado la dignidad cultural reabriendo el museo más importante que tiene el interior del país. Cerramos nuestro ciclo abriendo todos los espacios que dependen de la Secretaría de Cultura, esto tiene que ver con la gestión del gobernador Alfredo Cornejo, que era una de nuestras metas y pudimos cumplirla antes de irnos".
El proceso de trabajo
La restauración del museo y de las obras constó de tres etapas y requirió de la intervención de destacados profesionales, especializados en la temática. La primera consistió en tareas de consolidación del histórico edificio y la segunda en la puesta en valor, conservación y restauración del conjunto murario del museo. Esta tarea fue desarrollada por un equipo de 12 mujeres profesionales, encabezado por Cristina Sonego.
Como parte del proceso de recuperación del patrimonio artístico del museo, realizaron un abordaje integral a 1.700 obras de arte que fueron catalogadas, categorizadas y registradas. Así, el Fader recuperó las pinturas decorativas que lo embellecieron a principios del siglo XX, que incluyen los murales del mismo Fernando Fader.
Quienes visiten el museo se encontrarán con una exposición de piezas propias de la colección del Fader. Además, podrán apreciar obras de Hernán Abal, Vicente Lahir Estrella, Fidel De Lucia, Víctor Delhez, Antonio Bravo, Rafael Cubillos, Spartaco Romano, Rosario Moreno, Sergio Hocevar, Noemí Barchilón, José Manuel Gil, Julio Suárez Marzal, Ramón Subirats, Roberto Azzoni, Sergio Sergi, Roberto Cascarini, José Alaminos, Fidel Roig Matóns, Javier De Verda, Elena Capmany de Olaechea, José Alaminos, José Bermúdez, Roberto Azzoni.
La historia
En 1998, tanto el Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú-Casa de Fader como la obra del artista plástico Fernando Fader, que contiene la institución, fueron declarados Patrimonio Cultural de la Provincia.
En 2012, el centro cultural cerró sus puertas. Cuatro años después, el 3 de agosto de 2016, el gobernador Alfredo Cornejo, junto a Diego Gareca, secretario de Cultura de Mendoza, anunciaron la inversión que ya realizó la Provincia para restaurar el simbólico espacio de arte.
Luego de un estudio estructural minucioso, a cargo de un grupo de especialistas en estructuras de la Universidad Tecnológica Regional Mendoza, el Ceredetec, la Dirección de Patrimonio y Museos y el Ministerio de Infraestructura, se decidió conformar las bases para el proyecto de restauración.
Desde el viernes, luego de años de mucho trabajo y del compromiso de cada persona que intervino en las distintas etapas, el público puede recorrer el museo.