Un preso que estaba en la penitenciaría de Boulogne Sur Mer, identificdo con las iniciales R.B., deberá ser indemnizado por el Gobierno de Mendoza con 482.140 pesos por una mala praxis que en 2015 lo postró a una silla de ruedas.
Así lo determinó la jueza Silvana Márquez, del Tribunal de Gestión Asociada 3, quien decidió que la Provincia deberá obonar al demandante 272.140 pesos por el daño físico, 10.000 pesos por gastos terapéuticos y 200.000 pesos por daño moral.
El hecho ocurrió en invierno de 2015, cuando el preso registró un cuadro de febril, con escalofríos y mucha tos. El médico del penal diagnosticó una bronquitis aguda y recetó una inyección de penicilina.
Entonces un enfermero le colocó una inyección en el glúteo izquierdo, lesionando el nervio ciático, lo que le produjo al paciente un fuerte dolor que lo llevó a ir perdiendo la sensibilidad y fuerza de sus miembros inferiores.
Fue trasladado al hospital Central, donde se diagnosticó que el paciente "presentaba plejía izquierda con trastornos de la sensibilidad por lesión traumática del nervio ciático". Permaneció internado allí cuatro meses y se le practicaron varias cirugías.
Pero el tratamiento no tuvo buenos resultados ya que el preso "hasta la actualidad necesita silla de ruedas para desplazarse, siendo enviado a su domicilio particular y debiendo ser asistido por una persona permanentemente", según señala la demanda.