El merendero "Dos Corazones" nació el 29 de mayo de 2017, como una "locura" y "sueño" de quien lo dirige, Sonia López. "Siempre me gusto festejar el día del niño y hacer regalitos para Papá Noel y por una cosa u otra nunca se llegaba y un día se me dio por abrir un merendero y le dije a mi hija que íbamos a abrir y me dice 'pero mami no tenemos nada' y así que encaramos y llegamos a la primer semana a 15 chicos, después se fueron sumando y llegamos hasta 80 y este año para el día del niño tuvimos 110", dice Sonia.
Todos los días, de febrero a diciembre, los chicos de hasta doce años de edad se acercan por la tarde a su casa, no solo con la ansia de tomar la merienda del día, sino a jugar, a charlar a encontrar a los compañeros que cuidan y viceversa, a estar en un lugar familiar al que pertenecen y que forma parte de su vida.
"Ellos están feliz acá. Tiene una alegría bárbara (…) Ellos se sienten muy feliz conmigo. Yo me siento a tomar la leche con ellos, hablamos (…) y jugamos", señala Sonia.
Destaca que son un grupo colaborativo, que saludan cuando llegan y cuando se van, que no pelean, que no dicen malas palabras, que se imponen sus propios límites y que se respetan.
En las charlas que Sonia comparte con ellos, temas o problemas de su casa no manifiestan. "Son temas de la escuela que a veces ellos mismo dicen que se portan mal (…) y lo que hacen cuando se van de acá o los fin de semana. Temas de las casas no se tocan", agrega.
Si lo de Sonia y su merendero es por vocación, ella dice: "Siempre me gusto esto. Yo los amo a todos. Yo los respeto y ellos me respetan, los saludos a todos por igual, un abrazo, un beso, no hago diferencia para ninguno porque para mí todo son iguales".
El amor que manifiesta hacia los niños vuelve de parte de ellos a través de simples palabras como: "porque la quiero" y "porque quiero estar con ella".
Su familia es incondicional ya que la acompañan desde su inicio, con frases como "otra de tus locuras, de sueños que vos tuviste, dale para adelante"; proyecto implica ceder el espacio íntimo/personal para otro.
La cocina y la galería de su casa ya nos le pertenece son de los chicos que van. Incluso su patio dejo de ser más grande, ya que allí están construyendo el futuro merendero que tiene previsto terminar en el invierno. Futuro merendero que espera colaboración de materiales.
Por último, Sonia agrega: "Estamos, dentro de todo la voy remando". Ella es feliz.
