El Consejo Local de Niñez de General Pueyrredón repudia todo intento de instalar el falso “Síndrome de Alienación Parental” (S.A.P.) y advierte a los efectores de todos los niveles del Estado y la sociedad en su conjunto que “se trata de un argumento sin ninguna validez científica que vulnera los derechos de niños, niñas, niñes y adolescentes”.
Fue creado en la década del ‘80 por Richard Gardner, médico psiquiatra y pedófilo confeso que oficiaba de perito de parte de varones acusados de abuso sexual. Gardner sostenía que “los niños y las niñas son sexuales de forma natural y pueden iniciar encuentros sexuales seduciendo al adulto”, “la pedofilia puede mejorar la supervivencia de la especie humana sirviendo a propósitos procreativos”, por citar solo dos ejemplos.
La invocación del S.A.P. o falacias relacionadas con el mismo, como la llamada “co-construcción de memoria” en ámbitos judiciales, aparece generalmente como herramienta de litigio para defender a varones adultos acusados de violencias graves y/o abusos sexuales en perjuicio de sus hijos o hijas menores de edad, sosteniendo que estos serían influenciados por sus madres para señalar a sus padres como abusadores. Sin embargo, ningún organismo especializado ni a nivel local o internacional reconoce el valor científico del S.A.P.
“Tenemos la responsabilidad y la obligación de escuchar y tener en cuenta a las niñeces y adolescencias que declaran ser víctimas, como indica la Convención sobre los Derechos del Niño, de jerarquía constitucional. El uso del S.A.P. en pericias técnicas, decisiones administrativas o sentencias judiciales expone a niños, niñas, niñes y adolescentes a sufrir revinculaciones forzadas y situaciones de revictimizantes”, aseguraron.
Desde el Consejo Local de Niñez de General Pueyrredón se extienden las siguientes recomendaciones para resguardar los derechos chicos y chicas:
Valorar siempre la palabra de niñas, niños, niñes y adolescente y su derecho a ser escuchades
Reconocer que el aumento de las denuncias de abuso sexual en la infancia es el resultado del posicionamiento jurídico de niñas, niños, niñes y adolescentes como sujetos de derecho y al avance de la ESI, y no de campañas injuriosas contra individuos o colectivos.
Extender las medidas de cuidado y protección, preservando siempre el interés superior de las niñeces y adolescencias.
Procurar también el cuidado de las personas adultas que acompañan y protegen, sean estas familiares y/o profesionales.
Formar a operadores judiciales y de salud en relación a la falacia del SAP como falso síndrome.
Atender (y denunciar cuando corresponda) a aquellos argumentos y decisiones que, aun sin nombrar al SAP, recuperan sus principios para desacreditar la palabra de niñas, niños, niñes y adolescentes.