Tras el indignante robo en un restaurante de la zona Güemes de Mar del Plata de un estafador que se ganó la confianza de su empleador, le pidió asilo y se fugó con los sueldos de todo el personal, el fugitivo tomó un taxi a La Plata y en distintos controles en la ruta convenció a los policías para que lo dejen seguir -sin permiso para circular en la cuarentena- porque se "había muerto" su madre.
El estafador identificado como Facundo Guita ocultó entre sus pertenencias los 250 mil pesos que el empresario gastronómico Jerónimo Burgos tenía reservados para pagarles el sueldo a los cinco trabajadores de Almacén de Milanesas y emprendió un nuevo plan: salir de la ciudad rápidamente.
Según la reconstrucción que publicó 0223, el ladrón caminó del local de Olavarría 2535 hasta Sarmiento y Alberti allí tomó un taxi y dijo que necesitaba llegar a Capital Federal, ante la negativa se bajó en Diagonal Alberdi y Mitre. Entonces se tomó otro taxi hasta Av. Consitución y Tejedor, en las inmediaciones de la estación de servicio del lugar, desde la ventanilla repitió su pedido a otro chofer que le dijo que no pero se ofreció a consultarle a su hermano, otro taxista, que finalmente aceptó el viaje.
A bordo del taxi del hermano del tercer taxista con el que tomó contacto el estafador, que se presentó como "El uruguayo" al local de Mar del Plata tres semanas atrás pidiendo ropa, trabajo y comida porque "se había quedado varado" cuando impusieron la cuarentena por el coronavirus, pidió que lo llevan a Capital Federal de forma urgente porque había tenido un problema familiar.
En el transcurso del viaje por la ruta 2, el estafador comenzó a desentramar sus mentiras y en dos controles policiales que frenaron al vehículo consolidó su versión, ya que fuentes policiales confirmaron que el hombre se bajó, reconoció que no tenía permiso de movilidad y dijo que viajaba al "velorio de su madre". Las mentiras llegaron al extremo cuando Guita incluso se puso a llorar ante los uniformados y suplicó una excepción a la regla. ´
“Se murió mi vieja. Quiero viajar para despedirla y estar con mi hermana”, fue la excusa del sujeto que también cometió robos en Puerto Madryn, Córdoba, Tigre, Jujuy y Caba, entre otros lugares.
El final del viaje fue en el ingreso a la ciudad de La Plata, según la información que aportó el conductor del Toyota Ethios a la Justicia.
El caso que conmovió a Mar del Plata
“Facundo, el uruguayo”, como se presentó ante el empleador, contó que se estaba quedando en un hotel de la ciudad donde le robaron las pocas pertenencias que traía antes de la cuarentena y que estaba desesperado. Rápidamente se ganó la confianza de sus nuevos compañeros y comenzó a hacer “tareas de inteligencia” para concretar el robo.
El empresario gastronómico reveló que paga los sueldos de sus empleados el 5 de cada mes. Este lunes, un día antes de pagarles a los 5 trabajadores, salió a pagarles a los proveedores del comercio. Cuando volvió, el encargado le dijo que el “Uruguayo” se había ido a lavar la ropa y no había vuelto más. “Cuando subí a buscar la plata me di cuenta que se había llevado todo”, se lamentó Jerónimo.
Al ver que faltaban los 250 mil pesos que guardaba en su oficina, Jerónimo radicó la denuncia en la comisaría novena, decidió hacer pública la historia y pidió colaboración a todos los vecinos de Mar del Plata, ya que ofreció una recompensa a cualquiera que pueda dar detalles de su paradero.