Según lo había establecido el decreto Nº 1.396, los empleados públicos comenzaron a gozar de las vacaciones desde el 10 de diciembre último, que se prolongó hasta ayer con el argumento del ahorro de energía eléctrica.
De esta manera los estatales tuvieron casi dos meses de licencia ininterrumpida durante el verano, a contar 24 días corridos de diciembre, 31 días de enero y 3 días de febrero, lo que totalizaron 58 días sin trabajar, a excepción de quienes cumplieron guardias en las distintas reparticiones.
Como se informó, el Gobierno de la Provincia estableció que el periodo de receso estival 2018-2019 para los agentes que prestan servicio en la Administración Pública Central, estará comprendido desde el 10 de diciembre hasta el 3 de febrero, inclusive, de este año. La medida fue adoptada a través de decreto provincial Nº 1.396, refrendado por el gobernador Sergio Casas.
El objetivo del prolongado receso fue “lograr un ahorro energético en todos los edificios públicos, teniendo en cuenta la ley 9.323 y 9.335, donde se declara el estado de emergencia a la prestación de Servicios de Generación, Transporte y Distribución de Energía Eléctrica que conforman el Sistema Eléctrico Provincial; además, que esta situación de emergencia se potencia en la estación estival”.
Asimismo, el decreto estableció que los ministerios de Salud y de Educación, Ciencia y Tecnología, como las reparticiones que brindan servicios de seguridad y/o esenciales, adecuarían la modalidad de otorgamiento del receso para garantizar la prestación de servicios.
Las guardias no podrán exceder el 30% de la planta de su personal y prestará servicio sólo en turno mañana, que durante el receso será de 8:30 a 12.