El caos se apoderó de la capital riojana tras las elecciones del 27 de octubre, cuando el actual intendente Alberto Paredes Urquiza perdió por paliza y quedó tercero detrás de la jefa comunal electa Inés Brizuela y Doria y de Teresita Madera, quien era la postulante del oficialismo provincial.
Desde ese momento, los servicios públicos, las finanzas de la Municipalidad, el descontento de varios dirigentes y la ausencia de Paredes Urquiza, fueron un cóctel explosivo que desencadenó en una situación de abandono que atraviesa la Capital.
El actual intendente debe viajar permanentemente a la ciudad de Córdoba debido a graves problemas familiares y en su lugar, el viceintendente Oscar Luna brilla por la falta de respuestas e incapacidad para resolver los problemas.
La dimisión fue presentada en medio de escandalosas acusaciones por pases a planta permanente de actuales funcionarios municipales y personas que no reunen los requisitos necesarios.