La trata de personas en la Argentina es una actividad ilícita que en los últimos años fue tomando mayor importancia, gracias a los movimientos feministas. Sin embargo, este tema no da tregua a La Plata, este miércoles la Policía Federal detuvo al sospechoso vinculado con el crimen de Johana Ramallo, la joven de 23 años desaparecida a fines de julio de 2017. El detenido, alias “Cabezón” fue acusado por los de delitos de trata de personas y narcotráfico. Fuentes cercanas al caso confirmaron que no está imputado por el crimen.
Fue el juez Alejo Ramos Padilla, quien se encargó de acusar a Carlos Omar Rodríguez, apodado “Cabezón”, luego de dos allanamientos en dos domicilios que el mismo frecuentaba, en el contexto de una causa por comercialización de estupefacientes. Según informa 0221, el procesado aparecía en el expediente como el “taxista” que conocía a la víctima. El hombre es investigado por los delitos de los cuales Johana los padeció: explotación sexual, facilitación de prostitución y de estupefacientes. Por su parte, fuentes cercanas, del portal dijeron: “Tenía una relación cercana con ella”, además aseguraron que el Cabezón “frecuentaba la Zona Roja de la ciudad”.
El cabezón regenteaba la zona donde Johana se prostituía en el momento del crimen. Era buscado por la Policía Federal, hubo un intenso rastrillaje, una serie de vigilancias y seguimientos que sirvieron para la obtención de diferentes testigos, y entrevista con las trabajadoras sexuales. Es así como la indagación llegó a la conclusión de que Rodríguez ejercía un rol fundamental en la distribución y venta de estupefacientes en el barrio El Mondongo. También pudieron determinar que el acusado realizaba su actividad ilegal de forma organizada, y con la colaboración de más personas.
La venta ilegal de droga, se distribuía a través de las trabajadoras sexuales, no solo para su propio consumo, sino que también para comercialización a terceros. El Cabezón ofrecía protección teniendo conocimiento de las paradas, hoteles y lugares donde existían la mayor cantidad de consumidores para beneficio económico.
Cuando la noticia salió a la luz, la madre de la víctima, Marta Ramallo, contó a Télam: “Me llegó el nombre de este hombre, ‘El Cabezón’, como quien habría secuestrado y matado a mi Joha. Desde el inicio aporté a la justicia este nombre, que es el capo de la Zona Roja, di su nombre para que lo investiguen, lo indaguen, pero siempre tuvo alguien que lo amparó”. Agregó que es “un importante proxeneta que regentea la mitad de la Zona Roja de La Plata”.
Marta expresó: “Lo citaron a declarar en el expediente, no como imputado, y dijo que en algún momento había sido pareja de mi hija, pero se sentaba en los juzgados federales y les mentía en la cara”. Al concluir, con esperanzas para que la detención se lleve a cabo, dijo: “Yo se lo prometí a mi hija cuando me la entregaron en una urna de madera, le dije que encontraría a quien le hizo eso. Se lo debía a mi hija y a mi nieta. La justicia tarda, pero llega”.