La Cámara de Diputados de la Provincia de Jujuy declaró “de interés legislativo” la participación de la comparsa entrerriana “Ará Yeví” en el próximo Carnaval del País, a realizarse desde el sábado 4 de enero de 2025 en Gualeguaychú, Entre Ríos. El reconocimiento parlamentario desde Jujuy se funda en que bajo el título “Endiablada” y con la dirección de Guillermo Carabajal, la temática que presentará la prestigiosa comparsa del Club Tiro Federal de aquella ciudad está inspirada en la celebración del carnaval jujeño de la región Quebrada de Humahuaca.
La diputada Malena Amerise, del bloque Frente Cambia Jujuy, en su carácter de autora de la iniciativa entregó a la directora del Ente de Promoción Turística jujeño, Melina Ainstein, un ejemplar de la declaración y la resolución nº 255 del Poder Legislativo de Jujuy firmada por el vicegobernador Alberto Bernis. Dicha documentación será entregada oportunamente al presidente del Club Tiro Federal de Gualeguaychú, Gustavo Pauletti.
En los fundamentos de su proyecto Amerise destacó que con la temática elegida “la comparsa Ará Yeví propone unir las dos culturas de los carnavales más representativos del país, fusionándolas mediante la relación entre el Rey Momo y el Pujllay”, y su presentación en el corsódromo entrerriano “permitirá difundir y promocionar nuestra cultura en el prestigioso y popular carnaval de Gualeguaychú -ciudad situada a unos 1.400 km de San Salvador de Jujuy- durante los fines de semana de los meses de enero, febrero y el fin de semana largo de Carnaval del mes de marzo del 2025″.
MOMO, PUJLLAY Y LA PACHAMAMA, JUNTOS EN EL RELATO VISUAL DE ARÁ YEVÍ
Las cuatro comparsas que serán protagonistas de la versión 2025 del Carnaval del País -Papelitos, Marí Marí, Kamarr y Ará Yeví- exhibieron recientemente en el Centro de Convenciones del Corsódromo de Gualeguaychú los argumentos de sus temas.
En ese marco, Guillermo Carabajal y su equipo presentaron “Endiablada”, la alegoría de Ará Yeví, “una historia en la que el Rey Momo, personaje emblemático de los carnavales latinoamericanos, ante el rumor de que en el norte argentino existía un carnaval que escapaba a sus influjos, sella un pacto con Supay, dios del Inframundo, por el cual, Momo sería coronado rey de los carnavales de Jujuy eternamente, si atravesaba los peligros que acechan la cueva de la Salamanca y, vestido de diablo, alegraba las calles norteñas durante nueve noches.
Momo sorteó entonces con valentía los peligros de la Salamanca y durante los días siguientes se sumerge en la celebración humahuaqueña, uniéndose a la diablada, una tropa de trajeadas ilusiones, que cada año desentierra a su Pujllay.
El Pujllay es el diablo enamorado de la Pacha, que fecunda la tierra, desatando el carnaval.
El dios carnavalero es testigo entonces de que por nueve noches nadie es el mismo en la Quebrada de Humahuaca, porque entre chicha, cascabeles, bombos y serpentinas, el yugo de todo el año, a su paso, el carnaval disipa.
Las almas, durante ese tiempo fugaz, son peregrinas de un legado ancestral que las recorre. Cuando canta Jujuy, cantan los pueblos que calló la historia y cantan también los ancianos, los niños, los jóvenes, en una sola voz que no se esconde y que se alimenta de la gratitud a la Madre Tierra.
Al final de las nueve noches vuelve a la Salamanca, ungido por el pueblo como el más alegre de la fiesta. Pero cuando Supay iba a coronar a Momo como el dios supremo de los carnavales del norte argentino, éste se rehúsa, reconociendo que la verdadera reina del carnaval no es otra que la Pachamama.
Supay, desencajado por no poder desterrar los influjos de la Pacha sobre Jujuy, infunde a Momo un maleficio por el cual éste llevaría el traje de diablo pegado a la piel por el resto de la eternidad. Sin embargo, lejos de constituir un maleficio para Momo, éste toma al traje como símbolo de su transformación y, endiablado, decide llevar el legado de la Madre Tierra a todos los carnavales del mundo, siendo un recordatorio viviente de que la verdadera alegría es la que se comparte; es aquella que, por sagrados instantes, nos sustrae del peso de la cotidianeidad y nos conecta con nuestros ancestros y con la niñez que habita nuestras almas; es aquella que suspende lo que somos individualmente, pausa el peso incesante del tiempo, y nos funde con el universo y con nuestra Madre Tierra.
Que suenen los bombos y charangos, que los sikus eleven su canto, que hoy Ara Yeví es ofrenda para nuestros hermanos del Norte Argentino, porque encuentra en este ritual andino, raíces de nuestra cultura que deben integrarse para siempre a nuestra identidad carnavalera.
El carnaval siempre hace a quien lo habita, un poco más feliz, por eso esta noche dejemos endiablarnos por el legado ancestral de Ará Yeví”.
Considerado el mayor espectáculo teatral a cielo abierto de la Argentina, en su edición 2025 el Carnaval del País se extenderá durante once noches ofreciendo un show que se podrá presenciar desde el 4 de enero durante todos los sábados de enero y febrero más el fin de semana largo de carnaval los días 1, 2 y 3 de marzo.