Los consagrados exfutbolistas Carlos Tapia y Jorge Burruchaga estuvieron en tierras tilcareñas, reeditando por unas horas la famosa temporada de preparación vivida por la Selección Argentina en Jujuy hace 38 años, previa al glorioso Mundial México 1986. Los campeones del mundo fueron recibidos por la intendenta Sonia Pérez y recorrieron las calles quebradeñas en el marco de la filmación de una publicidad.
El “Chino” y “Burru”, artífices de los laureles obtenidos en terreno azteca con un sublime Diego Armando Maradona en el campo y la conducción del entrenador Carlos Salvador Bilardo en el banco, rememoraron con esta producción la estadía que tuvo ese plantel durante diez días y la evocación de la promesa a la Virgen de Copacabana de Punta Corral en la ciudad.
Los ojos vidriosos de todos los que participaron en la bienvenida, incluidos funcionarios locales inmersos en la emoción, demostraron lo que significa para los habitantes de estas tierras el encuentro, y es totalmente justificada la explosión de sentimientos, más sabiendo -en un país que respira fútbol en cada rincón de su extenso terreno como lo es Argentina- que la presencia de dos figuras que supieron levantar el trofeo más preciado de esa disciplina, resulta histórica.
JUJUY, EL PUNTO DE INICIO DE LA GLORIA ETERNA
Cuando en una de sus típicas “locuras” como director técnico Carlos Bilardo decidió que sus jugadores debían adaptarse a la altura entrenando durante diez días en Tilcara -situada en la Quebrada de Humahuaca, a 85 km de la capital San Salvador de Jujuy- se marcó el inicio del campeonato obtenido en México en 1986. Y no es un dicho ni mucho menos una leyenda, es una realidad que Jorge Burruchaga reafirmó.
“Venir acá me reconforta, me llena de ilusión”, inició su comentario el autor del gol que cerró aquella dura final del ‘86 frente a Alemania en el estadio “Azteca”, para luego expresar que la estadía en la Quebrada fue “el punto de partida por el cual después terminamos saliendo campeones”.
Si bien, como apuntó el exjugador de Independiente de Avellaneda, no estuvo presente en esa delegación del plantel albiceleste en Jujuy, reconoció la importancia y la mezcla de emociones que significó para todos los que si participaron.
A su turno, Carlos Tapia, quien en ese momento brillaba en Boca Junios, se refirió a esta nueva visita y contó que repetir la experiencia de 1986 “es algo único” que reviven con alegría y felicidad.
“Hoy no estaríamos acá si ‘Burru’ no hubiera hecho el gol en la final, no seríamos los campeones del mundo”, resumió entre risas el exjugador xeneixe.