Cuando los corazones ya no soportaban más aceleración, cuando en las neuronas la tensión llegaba al más alto voltaje, cuando las gargantas ya sonaban roncas de tanto alentar a la Selección Nacional, jujeñas y jujeños de todas las edades liberaron toda la adrenalina en el grito unánime de “¡Gol!” y ahí nomás “¡Somos campeón mundial!”, para desatar una alegría incontenible que con el paso de los minutos comenzó a ganar las calles, plazas y otros espacios públicos, desde La Quiaca hasta Pampa Blanca.
En San Salvador de Jujuy, a media mañana abrió sus puertas el predio ferial de la Ciudad Cultural, en el barrio Alto Padilla, para comenzar a recibir al público convocado para ver en pantalla gigante el partido de Argentina versus Francia en la final del Campeonato de Fútbol Qatar 2022.
Como en los anteriores encuentros protagonizados por la “Scaloneta”, el Ministerio de Cultura y Turismo de Jujuy propuso también un show musical en vivo y una entretenida “previa” con sorteo de obsequios para la concurrencia, que desde las 12:00 siguió con atención e intensidad el desarrollo del partido, celebrando cada avance, sufriendo cada ataque y estallando en algarabía con cada gol de la celeste y blanca.
También las confiterías del casco céntrico estuvieron colmadas de gente desde antes del mediodía y en cuanto el árbitro polaco Szymon Marciniak dio por iniciado el cotejo, las miradas se clavaron en las pantallas de los televisores para comenzar a sufrir con lógico nerviosismo.
En los barrios, algunas familias habían encendido el fuego de sus parrillas más temprano, para adelantar el almuerzo; otras optaron por comenzar con una picada, pensando en compartir más tarde el asado en clave de celebración. Como fuese, la pasión por el fútbol y la Selección reunió familias y amigos, en un domingo que quedará en la memoria de todos.
Es que el mediodía se fue prolongando cuando hubo que seguir mirando media hora más la final, y aún más todavía cuando después del estupor por un nuevo empate el destino obligó a transitar la infartante serie de penales que Gonzalo Montiel dio por cerrada convirtiendo el gol que consagró a la Selección de Lionel Scaloni y Lionel Messi como Campeona del Mundo.
Entonces si mucha gente comenzó a salir de las confiterías y de sus casas para dar rienda suelta al festejo en las calles.
Desde la Ciudad Cultural una caravana de vehículos se dirigió hasta el microcentro, hacia donde también se movilizaban centenares de personas llevando banderas, camisetas con los nombres de sus jugadores preferidos -Messi en casi todas, y De Paul, Álvarez, Martínez y tantos más en otras miles-, caras pintadas de celeste y blanco, pelucas y hasta réplicas de la Copa del Mundo.
Así fue como a poco de finalizar el encuentro la plaza Belgrano se vio colmada, lo mismo que varias de las calles céntricas, siendo custodiada toda el área por efectivos policiales dispuestos con la misión de evitar desbordes y eventuales daños a la propiedad.
El gobernador Gerardo Morales se expidió a través de sus redes sociales expresando sus felicitaciones al Seleccionado “por este triunfo que nos hace felices a todos los argentinos”, al tiempo que ponderó que “la fortaleza del equipo, el liderazgo de Messi y la excelencia del cuerpo técnico son los valores que han sabido transmitir dentro y fuera de la cancha”, para finalizar el posteo con un contundente “Gracias!!!”.