La docente jujeña Cristina Sánchez recibió el premio "Maestros Ilustres"

Inició su carrera como maestra rural. Actualmente desarrolla su tarea en el Centro de Terminalidad Temprana de Alto Comedero 

Maestros ilustres 2018
Maestros ilustres 2018

Cristina Sánchez es la docente jujeña que este año recibió el premio "Maestros Ilustres" que otorga el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación.

El acto, presidido por el ministro Alejandro Finocchiaro, tuvo lugar en el Palacio Sarmiento de la Capital Federal, en el marco del Día del Maestro y la conmemoración de los 130 años de la muerte de Domingo Faustino Sarmiento.

Cabe señalar que esta distinción se le otorga a un educador de cada una de las provincias por su aporte a la educación. Los 24 maestros fueron seleccionados por sus ministerios provinciales bajo criterios como reconocida trayectoria; destacado desempeño entre alumnos/as; reconocimiento de la comunidad educativa; reconocimiento académico y participación en espacios de formación y presentaciones ante la comunidad; compromiso con su escuela expresado en propuestas innovadoras para los estudiantes, entre otros.

Cristina Sánchez, acompañada por la ministra de Educación provincial, Isolda Calsina, tras recibir la distinción, en Buenos Aires.
Cristina Sánchez, acompañada por la ministra de Educación provincial, Isolda Calsina, tras recibir la distinción, en Buenos Aires.

Profesora de EGB 1 y 2, Cristina Sánchez integra el plantel del Centro de Terminalidad Temprana de Alto Comedero, en San Salvador de Jujuy, y también fue destacada en el acto realizado en el Salón de la Bandera de la Casa de Gobierno, en esta ciudad.

Su vasta experiencia como educadora de adultos transcurre principalmente en Centros de Terminalidad de Primaria en distintas regiones de la provincia. Hizo su ingreso a la docencia como maestra rural en la localidad de Varas, un pueblo ubicado a 37 kilómetros de Humahuaca. Allí, mediante el desarrollo de una enseñanza dialógica, la docente dio impulso a numerosos proyectos que tenían como eje el respeto de la cultura de sus estudiantes, provenientes de una comunidad aborigen.

“De niña -relata Cristina- siempre soñé ser maestra, solía decirle a mi mamá que como ella no había terminado la escuela primaria yo le enseñaría todo lo que no aprendió. Quería ser maestra de mi madre y terminé siéndolo de otras madres y padres” que, como su mamá, tuvieron con la educadora la posibilidad de tener una segunda oportunidad para concretar el anhelo de terminar la escuela.

Además, en el caso de las mujeres, Sánchez enfoca su trabajo en “romper los muros de silencio”, trabajando temáticas como la violencia de género.