La organización Grooming Argentina estimó que desde el inicio del aislamiento, el delito de grooming -también denominado ciberacoso- aumentó un 30 % en el país, en un escenario de hiperconectividad de niñas, niños y adolescentes a internet.
En ese contexto, la coordinadora del Instituto de Protección y Ciudadanía Digital de la Defensoría del Pueblo de Jujuy, Romina Tarifa, reveló que desde que se desató la pandemia, en ese organismo se registra "un promedio de una consulta por día, como mínimo", notándose "un gran desconocimiento sobre el delito del grooming", aseveró.
En Argentina el grooming es un delito penal descripto en la ley 26.904 sancionada el 13 de noviembre de 2013, que incorpora como artículo 131 del Código Penal la pena de prisión de seis meses a cuatro años a quienes por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contacten a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma.
Especialistas en la materia han advertido que en estos meses "uno de los mecanismos de captación viene de la mano del encierro, porque los chicos están aburridos y los padres les permiten jugar con el celular".
A la luz de las consultas atendidas en la Defensoría del Pueblo, Tarifa dijo que "los padres no llegan a enterarse de la situación de abuso de la que son víctimas sus hijos, desconocen su vida digital y no los orientan", describió.
Agregó que una vez consumado el ataque, "los chicos creen en las amenazas de los abusadores y no llegan a contarles a sus padres; viven una situación de confusión, vergüenza y culpa porque el abusador atropella su integridad sexual y manipula sus emociones", explicó.
En ese marco, la funcionaria apuntó finalmente que "muchas comisarías no toman las denuncias" de grooming, lo que adjudicó al desconocimiento generalizado de la problemática en Jujuy.