También el Pucará de Tilcara se prepara para recibir visitas

Definen los protocolos de bioseguridad para la reapertura al turismo.

También el Pucará de Tilcara se prepara para recibir visitas
Pucará de Tilcara, Jujuy

Los protocolos de bioseguridad para el Pucará de Tilcara estarán definidos en los próximos días, con la cual se podrá concretar la apertura de ese sitio arqueológico de Jujuy a la actividad turística, informó el Instituto Interdisciplinario Tilcara.

El Pucará de Tilcara (85 km al norte de San Salvador de Jujuy), uno de los numerosos poblados prehispánicos que se distribuyen a lo largo de la Quebrada de Humahuaca, preserva rastros y vestigios de las culturas andinas que habitaron esas regiones y por ese motivo necesita un protocolo especial de cuidado y conservación para ser visitado.

El Pucará, la ciudad fortificada levantada en las colinas de Tilcara, fue construida originalmente por la tribu Omaguaca, que se estableció en el área alrededor del siglo XII.
El Pucará, la ciudad fortificada levantada en las colinas de Tilcara, fue construida originalmente por la tribu Omaguaca, que se estableció en el área alrededor del siglo XII.

Este sitio arqueológico se encuentra emplazado en la parte media de la región, sobre un cerro de 80 metros de altura ubicado en la margen izquierda del río Grande.

El poblado, el cual se estima fue ocupado entre fines del siglo siglo XI y el momento de contacto hispano - indígena, en el siglo XVI, presenta una gran concentración de estructuras arqueológicas.

Estas estructuras, de las cuales principalmente se visualiza solo los muros y cimientos, son parte de las antiguas viviendas, talleres, plazas, tumbas y espacios ceremoniales que habitaron los pobladores del pucará (fortaleza, en quechua).

El Pucará de Tilcara volverá a recibir vistas turísticas, observando específicos protocolos de bioseguridad y conservación.
El Pucará de Tilcara volverá a recibir vistas turísticas, observando específicos protocolos de bioseguridad y conservación.

Las construcciones de este sitio fueron realizadas por los indígenas tilcaras, una parcialidad de los omaguacas, en un punto estratégico sobre la Quebrada, a un kilómetro al sur de la ciudad de Tilcara, sobre la confluencia del río Huasamayo y el río Grande,​ que allí corre a 2.450 metros sobre el nivel del mar.

El sitio fue un lugar ideal para defenderse de los ataques al ancestral poblado porque dominaba el cruce de los dos únicos caminos del lugar y porque dos de sus lados están defendidos por acantilados sobre el río Grande y por ásperas laderas.