"Con mucho dolor, lamentamos la muerte del Cte. Pr. Marcos A. Castillo y enviamos nuestras condolencias a su familia, seres queridos y compañeros de trabajo", escribió en su cuenta de Twitter la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, en referencia al asesinato del gendarme jujeño muerto en Buenos Aires.
"Repudiamos la violencia y, más aún, cuando acaba brutalmente con la vida. Confiamos en que la Justicia actúe", expresó la funcionaria bajo cuya órbita se encuentra la fuerza a la que pertenecía Castillo, el oficial nacido en La Quiaca y que se desempeñaba como jefe del Escuadrón Zárate-Brazo Largo de Gendarmería Nacional.
Dos jóvenes de 16 y 19 fueron detenidos como sospechosos del crimen de Castillo, quien el martes fue asesinado de al menos dos balazos en el rostro cuando regresaba en bicicleta a su domicilio de aquella ciudad bonaerense.
El comandante principal Castillo, de 46 años, era padre de cinco hijos y casado con una enfermera, desde enero pasado se desempeñaba en Zárate, motivo por el cual vivía solo en una dependencia del viceconsulado de España, mientras que su familia vive en el partido bonaerense de Ezeiza.
El martes, cuando como habitualmente regresaba al lugar de residencia en su bicicleta, con el uniforme, el casco puesto y una mochila negra en la espada, se resistió a un robo y fue asesinado de al menos dos tiros, uno que le impactó a la altura de una ceja y otro en un pómulo.
El gendarme jujeño iba desarmado, debido a que dejaba su pistola reglamentaria en la dependencia donde trabajaba.
En declaraciones a los medios de la ciudad, el vicecónsul español en Zárate, Juan Carlos Rodríguez, recordó a Castillo como "una muy buena persona y leal a su trabajo".
Rodríguez explicó que que le daban hospedaje a Castillo en el edificio consular desde que llegó a Zárate en enero para hacerse cargo del su escuadrón, ya que no tenía otro lugar para vivir.