Con motivo de conmemorarse un nuevo aniversario del martirio de don Pedro Ortiz de Zárate, sacerdote jujeño mártir en el Valle del Zenta, el clero diocesano de Jujuy se reunió para compartir una reflexión, el almuerzo y finalmente un animado partido de fútbol.
Don Pedro Ortiz de Zárate (1622-1683) fue tres veces alcalde de la ciudad de San Salvador de Jujuy. Habiendo enviudado, dejó a un lado su destacada vida civil y comenzó a formarse como sacerdote, dedicándose durante 24 años a la actividad evangelizadora.
En ese lapso recorrió el territorio de las provincias de Jujuy y Salta, hasta que el 27 de octubre de 1683 encontró la muerte junto con el sacerdote jesuita Juan Antonio Solinas y 18 compañeros laicos, mientras realizaban su labor misionera entre tobas, mocovíes y mataguayos.
En ocasión del encuentro llevado a cabo en el Seminario Mayor "Pedro Ortiz de Zárate", el obispo de Jujuy, monseñor César Daniel Fernández, acompañó a los sacerdotes y aspirantes al sacerdocio en la jornada de convivencia, de la que tomaron parte también los seminaristas del año introductorio de la arquidiócesis de Salta.
En este marco el presbítero René Ruiz fue el encargado de la reflexión central, tras lo cual los consagrados se reunieron por grupos para analizar y resignificar diferentes aspectos de la charla.
La actividad matutina finalizó con la oración del Ángelus, donde los asistentes rezaron por la canonización del sacerdote jujeño.
A continuación compartieron el almuerzo y por la tarde se disputó un partido de fútbol entre sacerdotes y seminaristas, que fortaleció la confraternidad entre los participantes.
En Jujuy el legado de Pedro Ortiz de Zárate está fuertemente vinculado a la devoción mariana por Nuestra Señora del Rosario, para la que construyó la actual capilla del santuario de Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya.